Israel.- Descubren en Jerusalén la posible mansión de la reina mesopotámica Helena, convertida al judaísmo en el siglo I

Actualizado: jueves, 6 diciembre 2007 14:52

JERUSALÉN, 6 Dic. (EP/AP) -

Un grupo de arqueólogos israelíes ha descubierto en un aparcamiento de Jerusalén Este una mansión de 2.000 años de antigüedad que podría pertenecer a Helena de Adiabene, una reina mesopotámica que se trasladó a la ciudad en el siglo I después de Cristo tras convertirse al judaísmo.

Los restos del edificio fueron hallados junto a los muros de la Ciudad Vieja, debajo de un asentamiento posterior que permanecía oculto hasta hacía poco por el asfalto de un pequeño aparcamiento. El yacimiento se encuentra en el barrio árabe de Silwan, junto a una ladera que alberga los restos del asentamiento más antiguo de Jerusalén, conocido como la Ciudad de David.

La mansión, que incluye almacenes, zonas de vivienda y baños rituales, es de momento la estructura más compleja hallada por los arqueólogos en la Ciudad de David, en la que hace 2.000 años vivían exclusivamente los habitantes más pobres de la ciudad. El historiador contemporáneo judío Flavio Josefo menciona, en sus descripciones de Jerusalén, únicamente a una familia acomodada en esta zona de la ciudad, la de la reina Helena.

Según Flavio Josefo y otros textos judíos, Helena pertenecía al clan real de Adiabene, una región situada actualmente en el norte de Irak. Junto a su familia se convirtió al judaísmo y se trasladó a Jerusalén en la primera mitad del siglo I después de Cristo.

Helena es mencionada en la 'Mishna', una versión escrita de la tradición oral judía, donde se le elogia por su generosidad hacia los pobres y por sus contribucioines para la construcción del Segundo Templo, situado a pocos cientos de metros de su casa. La reina fue enterrada en una muy elaborada tumba cerca del lugar. Una calle del centro de Jerusalén tiene su nombre.

Hay una "alta probabilidad" de que la mansión perteneciera a la reina Helena porque no hay ningún otro edificio en la zona que responda a las descripciones que se tienen de ella desde la antigüedad, según declaró ayer en rueda de prensa el arqueólogo Doron Ben Ami, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, durante la presentación del descubrimiento.

Construido en la época en que Jerusalén era la capital de la provincia romana de Judea, el edificio fue destruido en el año 70, junto al Segundo Templo y el resto de la ciudad, por las legiones romanas durante la represión de la Gran Revuelta judía contra Roma, que acabó con la expulsión de los israelitas de Jerusalén.