Actualizado: jueves, 27 agosto 2015 17:32

ROMA, 27 Ago. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Italia ha informado este jueves de que supervisará minuciosamente la administración de Roma tras las acusaciones de que la ciudad está controlada por el crimen organizado, aunque no destituirá al alcalde, Ignazio Marino.

Un escándalo conocido como 'Capital de la Mafia' ha sacudido Roma en 2015, destapando las sospechas de corrupción generalizada que explican el miserable estado de las calles de la ciudad y la grave situación en la que se encuentran las cuentas municipales.

Estos problemas han despertado la preocupación ante el inminente Año Jubilar de la Iglesia Católica Romana, que comienza en diciembre y por el que se espera que 30 millones de peregrinos lleguen a la capital de Italia.

Tras semanas de deliberación, el Gobierno del primer ministro, Matteo Renzi, ha decidido que solo uno de los 15 distritos de Roma, en el que se encuentra el barrio costero de Ostia, debería ser puesto bajo control gubernamental a causa de la presunta infiltración de la mafia.

El resto de la ciudad permanecerá bajo el control de Marino, quien a pesar de ser investigado no considera que haya hecho nada malo, pero se ha enfrentado a las críticas generalizadas por no lograr ejercer la autoridad en la agitada burocracia local.

Sin embargo, el ministro de Interior, Angelino Alfano, ha explicado que el representante del Ejecutivo en Roma, el prefecto de la ciudad, Franco Gabrielli, trabajará desde ahora conjuntamente con el alcalde para garantizar el buen funcionamiento de los servicios básicos, incluida la adjudicación de contratos públicos.

"He informado al Gobierno de que tengo la intención de dar mayor poder al prefecto de Roma para que pueda supervisar y planear los proyectos con el alcalde en ocho zonas especialmente delicadas", ha explicado Alfano. El Ejecutivo también ha puesto la supervisión del Año Sagrado en las manos de Gabrielli, dejando al alcalde al margen del evento de alto calibre.

"SUSTANCIALMENTE PODRIDA"

Marino se ha ocultado de la opinión pública en las últimas semanas, tomándose un descanso en el Caribe para escribir sus memorias. El alcalde, que fue cirujano y es miembro del Partido Democrático de Renzi, admitió en julio que gran parte de la administración de la ciudad estaba "sustancialmente podrida", pero aseguró que estaba trabajando para solucionar la crisis.

Su aparente incapacidad para resolver los escándalos ha frustrado claramente a Renzi, pero fuentes gubernamentales han decidido que no es suficiente para dar el paso sin precedentes de derivar todas las sendas de poder de las autoridades de Roma.

El juicio a 59 imputados por el escándalo de 'Capital de la Mafia' tendrá lugar el 5 de noviembre. La Fiscalía ha alegado que la red de crimen organizado corrompió una generación entera de administradores de la ciudad, tanto políticos de izquierdas como de derechas.

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