VICENZA (ITALIA), 17 Feb. (EP/AP) -
Miles de personas se desplazaron hoy sábado a la ciudad italiana de Vicenza para tomar parte en lo que el primer ministro Romano Prodi sea una manifestación "pacífica" ante el anuncio de los planes de expansión de una base estadounidense, que ha provocado algunas incomodidades en la coalición de centro-izquierda que gobierna el país.
El primer ministro llamó a la calma horas antes en una entrevista radiofónica. "Las protestas son el encanto de la democracia, pero deben ser pacíficas, serenas y sin violencia", afirmó.
Manifestantes de grupos antiglobalizacion se unieron a activistas de izquierda en su apoyo a los residentes locales, que temen que esta expansión incremente el tráfico de vehículos en la ciudad y termine por consumir los recursos locales, entre los que se incluyen agua potable y electricidad, y que incremente el riesgo de ataques terroristas. La protesta no pasará por la zona donde se prevé instalar la nueva ampliación de la base, y donde un grupo de opositores mantienen un piquete permanente.
Cerca de 1.300 policías y apoyo aéreo han sido movilizados para supervisar la evolución de la protesta, y los bares, restaurantes y escuelas en un radio de siete kilómetros han sido cerrados.
La base estadounidense de Ederle cuenta con un personal de 2.600 efectivos militares, y su expansión al aeropuerto de Dal Molin, que se encuentra en la otra punta de la ciudad, permitiría la llegada de cuatro nuevos batallones desde su base actual en Alemania, incrementando en 1.600 efectivos el personal existente.
