MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los daños causados en la Central Nuclear de Kashiwazaki-Kariwa tras el terremoto ocurrido el 16 de julio en Japón están controlados, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que añadió que la radiación emitida por las fugas fue insignificante y no puede dañar ni a la población ni al medio ambiente.
Según la AIEA, que envió una delegación a la central afectada, todos los daños causados por el terremoto del 16 de julio de 2007 están ya controlados. Todos los reactores de la central nuclear que operaban en el momento del terremoto se han mantenido inactivos mientras que la central permanecía cerrada en condiciones de seguridad, según informó la Embajada de Japón en España en un comunicado.
Tras el terremoto, una insignificante cantidad de material radiactivo se liberó tanto en el aire como en el mar. Sin embargo, el efecto de la radiación fue menor de una diezmillonésima parte (1/10.000.000) de la que se considera que normalmente pueden llegar a recibir en un año los ciudadanos en un ambiente normal. La radiación no llegó en ningún momento a niveles que afectaran a la gente ni al medio ambiente.
En este sentido, el informe de la misión de expertos de la AIEA también concluyó que el dispositivo automático de los reactores actuó correctamente, y que la cantidad liberada de radioactividad que podría haber recibido un individuo fue muy inferior a los límites autorizados establecidos por la autoridad reguladora.
El informe de la AIEA determinó que la actitud del Gobierno japonés fue abierta y cooperativa. Según la Embajada, Japón continuará suministrando información relevante sobre el incidente y organizará un foro internacional con la OIEA con la intención de que los resultados y las lecciones aprendidas tras el terremoto puedan ser mostradas a la comunidad internacional. La Embajada concluyó alegando que su Gobierno continuará contribuyendo a la transparencia y a la cooperación internacional en materia de seguridad nuclear.
