TOKIO 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Si un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter azotara hoy la Bahía de Tokio, alrededor de 390.000 edificios se derrumbarían. Esta es la conclusión que esgrime un estudio realizado por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón.
El equipo que ha realizado la investigación ha precisado que un seísmo de un mínimo de siete grados en la escala de Richter es uno de los 18 fenómenos que el Consejo Central de Gestión de Desastres nipón prevé que ocurran en el área metropolitana de Tokio y que podría conllevar ingentes daños en las infraestructuras.
Ya a comienzos de este mes, los investigadores revelaron que el posible epicentro del sismo podría localizarse a entre cinco y diez kilómetros menos de profundidad de lo que se estimó en una primera instancia.
En base a tal conclusión, la máxima intensidad que se espera que registre un terremoto en Tokio ronda el siete por ciento y, en algunas zonas de la prefectura de Kanagawa (este), cuya capital es Yokohama, situada al sur de Tokio, el seísmo podría superar los seis grados en la escala de Richter, según han desvelado fuentes del Ministerio.
Así pues, habida cuenta de la dimensión de los potenciales sismos, un terremoto de siete grados en las prefecturas Kanagawa, Chiba y Saitama, así como en la capital japonesa, podría suponer que unos 390.000 edificios se derrumbaran, si bien la horquilla se reduciría hasta los cerca de 160.000 complejos en caso de que el seísmo fuera de más de seis grados en la escala de Richter.
En este sentido, el número de cañerías de agua que resultarían dañadas por los temblores serían de unas 30.000 en caso de un sismo de siete grados, la mitad en caso de que el terremoto sea de seis puntos, ha recogido el diario japonés 'The Yomiuri Shimbun'.