Al Jazeera pide a los líderes internacionales que medien por la liberación de uno de sus periodistas

Actualizado: martes, 20 mayo 2014 23:05

LONDON, 20 May. (Reuters/EP) -

La cadena qatarí Al Jazeera ha enviado una carta a los poderes internacionales para pedirles que garanticen la liberación de uno de sus periodistas encarcelado en Egipto. También acusan a las autoridades de El Cairo de poner en peligro la vida de su trabajador.

En este documento, al que ha tenido acceso Reuters, un abogado que actúa para la cadena panárabe ha asegurado que la salud de Abdulá Elshamy, uno de los cuatro reporteros de Al Jazeera en Egipto, está "en la peor situación posible y necesita atención inmediata". Según la carta, Elshamy, en huelga de hambre desde el 21 de enero como protesta contra su detención, está aislado en condiciones terribles.

Cameron Doley, un abogado del bufete londinense Carter Ruck que defiende a Al Jazeera, ha explicado que "la situación del señor Elshamy es una preocupación seria; su salud se está deteriorando y las autoridades egipcias no muestran signos de darle los cuidados médicos apropiados o de poner fin a su detención sin cargos, completamente injustificada e indefendible". "El tiempo es la esencia", ha añadido.

La estrategia de Al Jazeera en este caso busca presionar al exjefe del Ejército Abdel Fatá al Sisi que se presenta a las elecciones presidenciales de mayo con esperanzas de ganar. También es probable que afecte a las ya deterioradas relaciones entre Egipto y Qatar.

Elshamy, de nacionalidad egipcia, fue arrestado en El Cairo en agosto del año pasado mientras cubría los enfrentamientos entre la Policía y un grupo de manifestantes contrarios al derrocado presidente Mohamed Mursi, expulsado el mes anterior por Al Sisi.

Qatar, un país monárquico del Golfo Pérsico en el que se fundó Al Jazeera, respalda a Mursi y a los Hermanos Musulmanes, a los que El Cairo ha clasificado como grupo "terrorista". Las relaciones qataríes con Egipto se han ido tensando desde que el Ejército derrocó a Mursi después de un protesta masiva contra él.

SALUD DETERIORADA

Cameron Doley ha detallado que Elshamy tiene anemia, comienzo de disfunción de riñón, tensión baja e hipoglucemia, y que su peso ha pasado de los 108 kilos a 68.

Entres los receptores de la carta se encuentran el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Catherine Ashton; el ministro de Exteriores británico, William Hague; su homólogo francés, Laurent Fabius; y la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

El mes pasado, Al Jazeera reclamó a Egipto una indemnización de 150 millones de dólares por lo que consideraban un daño a su medio, causado por los militares que apoyaban a las autoridades de El Cairo.

Los otros tres periodistas de Al Jazeera están siendo juzgados en Egipto, acusados de ayudar a miembros de una "organización terrorista". Los grupos pro Derechos Humanos han denunciado que esto es una muestra clara de que las autoridades egipcias están destruyendo la libertad de expresión.

Los tres trabajadores de la cadena qatarí han negado los cargos y Al Jazeera ha dicho que las acusaciones son absurdas. Las autoridades egipcias, por su parte, mantienen que el caso no está relacionado con la libertad de expresión y que los periodistas levantaron sospechas por actuar sin la acreditación necesaria.

Peter Greste, australiano, Mohamed Fahmy, con doble nacionalidad canadiense y egipcia, y Baher Mohamed, egipcio, fueron detenidos el 29 de diciembre en El Cairo.

Este año, el fiscal egipcio dijo que los periodistas de Al Jazeera habían publicado mentiras contra el interés nacional y habían proporcionado dinero, equipos e información a 16 egipcios. Los extranjeros también fueron acusados de usar equipos de retransmisión sin licencia.

En Egipto, tanto los medios privados como los estatales han avivado un sentimiento contra los Hermanos Musulmanes, lo que supone que cualquiera asociado con este veterano movimiento sea tachado de traidor y de amenaza contra la seguridad nacional. Los egipcios suelen preguntar a los periodistas si trabajan para Al Jazeera. Una respuesta afirmativa puede significar una paliza.

Los Hermanos Musulmanes renunciaron a una conducta violencia que duraba décadas como una muestra de cambio político y aseguraron que se comprometerían con el activismo por la paz. También negaron cualquier relación con los movimientos islamistas violentos que surgieron tras la caída de Mursi.

Las medidas severas contra los disidentes hace replantearse las credenciales democráticas de Egipto tres años después de la caída del autócrata Hosni Mubarak y el crecimiento de la esperanza de libertad. Mursi se hizo con el poder en las elecciones libres de 2012.