Actualizado: viernes, 3 febrero 2017 20:34

RANGÚN, 3 Feb. (Reuters/EP) -

El jefe de la Policía nacional de Birmania está dirigiendo personalmente la investigación sobre el asesinato de un importante abogado y consejero del partido en el Gobierno de Aung Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia, según ha informado fuentes cercanas a la Policía birmana este jueves.

El pasado domingo el abogado Ko Ni, de 63 años, recibió un tiro en la cabeza frente a cientos de transeúntes mientras sostenía en los brazos a su nieto a la salida del aeropuerto internacional de Rangún. Su muerte ha dejado a miles de personas en shock, especialmente en la capital, donde no se suelen producir actos de violencia política como este.

El incidente se ha producido en medio de fuertes tensiones entre la mayoría budista del país y la comunidad musulmana rohingya, que está siendo, de acuerdo con Naciones Unidas, víctima de crímenes contra la humanidad por parte de las fuerzas de seguridad birmanas en el estado de Rajine.

Decenas de miles de personas han acudido este jueves al funeral de Ko Ni y la sociedad birmana está vigilando muy de cerca la gestión del Gobierno de la investigación de su muerte. La oficina de la Presidencia ha asegurado que el asesinato del magistrado es un intento de desestabilizar el país.

Antes de su muerte, Ko Ni estaba trabajando en el desarrollo de enmiendas para el borrador de una nueva constitución, con el fin de ayudar al partido de Suu Kyi a gobernar de forma efectiva en un sistema que mantiene a los militares al mando de determinados ministerios.

El general Zaw Win, jefe de la Policía Nacional de Birmania, llegó a Rangún desde la capital, Naypyidaw, este jueves, con el fin de supervisar la investigación. Según fuentes policiales citadas por la agencia Reuters, los servicios de Inteligencia del Ejército birmano también están implicados en el caso.

Según un agente del servicio militar de Inteligencia, las fuerzas de seguridad tenían ordenado vigilar de cerca a Ko Ni desde hacía meses para garantizar su seguridad.

Los responsables de la investigación están intentando descubrir cómo el sospechoso consiguió obtener el arma con la que mató a Ko Ni, ya que la legislación birmana cuenta con fuertes restricciones en la compra venta de armas de fuego.

El sospechoso del asesinato, que de acuerdo con las fuentes policiales es Kyi Linn, de 53 años, fue arrestado poco después de la muerte de Ko Ni gracias a la intervención de un grupo de taxistas que presenciaron el ataque. Al ver lo ocurrido, corrieron detrás del atacante hasta que consiguieron reducirle. Durante la persecución uno de los taxistas murió de un disparo.

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