El juez acepta la declaración de culpabilidad del sargento Bales por el asesinato de 16 civiles afganos

Actualizado: jueves, 6 junio 2013 1:47

TACOMA (WASHINGTON, EEUU), 5 Jun. (Reuters/EP) -

El juez responsable del caso contra el sargento de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos Robert Bales ha aceptado este miércoles la declaración de culpabilidad pactada entre el acusado y la fiscalía y según la cual el militar reconoce que asesinó a sangre fría a 16 civiles afganos en marzo de 2012.

Bales ha reconocido su culpabilidad en los cargos imputados, entre ellos 16 de asesinato premeditado, seis de intento de asesinato y siete de asalto, así como otros por alcohol y drogas, lo que le permitirá esquivar una condena a muerte y reducirá su pena a cadena perpetua. La sentencia se conocerá el 19 de agosto.

La versión oficial del Ejército plantea que Bales, de 39 años, abandonó su base de Kandahar a primera hora de la mañana del 11 de marzo y se dirigió a dos pueblos para disparar contra varias familias. Al menos nueve de los fallecidos eran niños. Bales ha reconocido que disparó contra diez de las víctimas y posteriormente las quemó, mientras que a las otras seis únicamente las tiroteó.

"Fue una acción sin ninguna justificación legal", ha explicado durante la vista, en la que también ha declarado que se ha preguntado "millones de veces" por qué disparó contra esas personas. Sin embargo, "no hay una buena razón para explicar estas acciones horribles", ha relatado ante el juez, calmado y con voz firme.

Durante las vistas previas celebradas en noviembre, la fiscalía aseguró que el sargento Bales había actuado de forma deliberada y sugirió como móvil de su ataque una posible venganza. Uno de sus compañeros había perdido una pierna a consecuencia de un atentado con bomba.

La defensa, por su parte, se agarró inicialmente al consumo de alcohol, esteroides y pastillas para poner en cuestión el estado mental del acusado. Bales ha asegurado que el consumo de estas sustancias aumentaba su "irritabilidad", pero ha reconocido que sus crímenes carecen de justificación y podría haberlo evitados.

La fiscalía ha relatado que el militar actuó sólo, de forma premeditada y armado con una pistola, un fusil y un lanzagranadas. A su vuelta a la base, se limitó a decirle a uno de sus compañeros: "He disparado a varias personas".