La Junta Militar birmana asegura haber detenido a casi 3.000 personas durante la represión de las manifestaciones

Actualizado: miércoles, 17 octubre 2007 11:54


RANGÚN, 17 Oct. (EP/AP) -

La Junta Militar birmana asegura haber detenido a casi 3.000 personas durante la represión de las manifestaciones de la denominada Revolución del Azafrán que lideraron los monjes budistas y a los que se unieron cientos de miles de civiles y activistas prodemocráticos el pasado mes de septiembre. Además, afirmó que cientos de personas continúan bajo custodia y que las fuerzas de seguridad todavía buscan a muchos más.

Así lo indica hoy la Junta en un comunicado publicado en la primera página del diario estatal 'La Nueva Luz de Myanmar' (como los militares han denominado a Birmania), mientras el enviado especial de Naciones Unidas sigue de gira por varios países asiáticos para intentar resolver la crisis birmana.

"Aquellos que lideraron, estuvieron implicados y apoyaron los disturbios que estallaron en septiembre serán detenidos e interrogados. Algunos todavía están siendo llamados para preguntarles y aquellos que deben ser liberados lo serán", explica el régimen.

Según destaca el comunicado, un total de 2.927 personas han sido arrestadas desde que comenzaron las medidas represivas contra los manifestantes, mientras que casi 500 todavía están bajo custodia. En los anteriores datos facilitados por las autoridades, revelados el 8 de octubre, la Junta dijo haber detenido a cerca de 2.100 personas.

Asimismo, el régimen birmano resalta en el rotativo que todos aquellos que hayan sido liberados deberán firmar un "compromiso", aunque no explica a qué se refiere. Muchos de los civiles liberados han señalado en diversas entrevistas que tuvieron que firmar unos documentos diciendo que no participaron en las protestas o que no apoyan el movimiento prodemocrático.

CIFRAS ALTERNATIVAS

De lo que no habla la Junta Militar en su comunicado es del número de fallecidos que se cobró la represión llevada a cabo los pasados 26 y 27 de septiembre y que acabaron con la Revolución del Azafrán. En su momento, el régimen afirmó que diez personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, varios diplomáticos y disidentes estimaron que el balance de fallecidos es mucho mayor y que más de 6.000 personas han sido capturadas, incluidos miles de monjes budistas que lideraron las manifestaciones.

Mientras tanto, el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, continúa visitando los países de la región para instar a los países a que presionen a Birmania para llegar a una reconciliación con los grupos prodemocráticos.

Así, hoy se reunió con el primer ministro de Malasia, Abdulah Ahmad Badawi, y después partirá hacia Indonesia. Gambari también planea trasladarse a Japón, India y China antes de volver a Birmania, donde estuvo a principios de este mes.