LONDRES 27 Nov. (Reuters/EP) -
El Tribunal Superior de Londres ha ordenado este miércoles que las pruebas en manos del Gobierno británico en relación al envenenamiento con polonio radiactivo del exespía ruso Alexander Litvinenko deben mantenerse en secreto por motivos de seguridad nacional.
La decisión del tribunal ha caído como un jarro de agua fría sobre la familia de Litvinenko, que ha acusado a Reino Unido de intentar ocultar detalles vergonzosos para proteger acuerdos de negocios con Moscú.
Después de siete años, todavía no se ha llevado a cabo una investigación sobre la muerte del exespía debido a varias disputas legales.
En las audiencias preliminares se declaró que Litvinenko, que había recibido la nacionalidad británica, había trabajado para el servicio de Inteligencia de Reino Unido, el MI6, y que el Gobierno tenía pruebas de que, a primera vista, Rusia estaba detrás del asesinato.
Sin embargo, los magistrados han reclamado "inmunidad de interés público" (PII) para los documentos de la investigación, con el argumento de que podrían poner en riesgo la seguridad nacional.
Litvinenko, conocido opositor del presidente ruso, Vladimir Putin, murió en 2006 después de beber un té que había sido envenenado con un isótopo de polonio radiactivo en un hotel de lujo en Londres. En su lecho de muerte acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de ordenar su asesinato, un cargo que Rusia ha negado en repetidas ocasiones.
El forense del tribunal Robert Owen, que el pasado mes de mayo aprobó la petición de mantener clasificados algunos de los documentos de la investigación, ha asegurado que mantener las pruebas bajo secreto hará que sea imposible llevar a cabo una "investigación imparcial, completa y sin miedo".
Sin embargo, el juez del Tribunal de Apelación John Goldring, uno de los tres que han calificado de errónea la decisión de mantener clasificados sólo algunos de los documentos, ha asegurado que esta nueva decisión no resta "importancia a la justicia". "No obstante, ningún tribunal puede dejar de tener en cuenta las cuestiones de seguridad nacional, sea cual sea el litigio ante el que se encuentre", ha concluido.
La familia de Litvninenko presentará una petición para llevar a cabo una revisión judicial de esta decisión.
La Fiscalía británica ha asegurado que tiene pruebas para imputar cargos por asesinato contra dos antiguos oficiales de la KGB, aunque las autoridades rusas se han negado a entregarlos argumentando que, según su Constitución, no tienen por qué extraditar a sus propios ciudadanos.