Kenia.- Amnistía insta al Gobierno de Kenia a poner fin a la impunidad dos meses después del inicio de la crisis

Actualizado: miércoles, 27 febrero 2008 18:38

Denuncia que la Nobel de la Paz Wangari Maathai ha sido amenazada de muerte por un grupo kikuyu acusado de numerosos crímenes

MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) instó hoy al Gobierno de Kenia a que ponga fin a la impunidad que "perpetúa la violencia", según se lee en una ciberacción lanzada hoy por la organización con motivo de la celebración del Día de Acción Internacional de Solidaridad con Kenia, justo dos meses después del inicio de los enfrentamientos políticos que han causado "más de mil muertos" en este país africano. Asimismo, denunció que la premio Nobel de la Paz Wangari Maathai ha sido amenazada de muerte por una banda armada perteneciente a la etnia kikuyu responsable de numerosos asesinatos.

La ciberacción, lanzada hoy desde www.actuaconamnistia.org, permitirá a la organización recoger durante los próximos meses firmas dirigidas al presidente Mwai Kibaki y al líder de la oposición, Raila Odinga, "exigiendo a ambos que no alienten ni aprueben de manera implícita o explícita la violencia étnica o de motivación política por parte de sus simpatizantes", informó AI en un comunicado.

Amnistía considera que los abusos contra los Derechos Humanos que se han cometido durante y después de las elecciones no deben quedar impunes, y pide al Gobierno keniano que garantice tanto la rendición de cuentas ante la Justicia de los responsables, de acuerdo a la normativa internacional, como la justa reparación para las víctimas de la violencia.

Amnistía Internacional visitó las zonas más afectadas por la violencia en Kenia entre el 5 y el 15 de febrero de este año. Durante la visita, los delegados de AI recogieron los testimonios de personas --muchas aún hospitalizadas-- afectadas directamente por la violencia política y étnica. La delegación también obtuvo declaraciones de víctimas de tiroteos policiales y se reunieron con periodistas, policías, profesionales de la salud, líderes religiosos y representantes diplomáticos, políticos y gubernamentales de Kenia.

Esta acción en la web sobre Kenia se unirá a todas las acciones que AI celebra hoy en países de todo el mundo como Malí, Costa de Marfil, Estados Unidos, Australia, Alemania, o Uganda, "y se harán llegar a todas aquellas personas que, en Kenia, luchan por los Derechos Humanos a pesar de las amenazas de muerte y la intimidación que sufren a causa de su labor", afirmó la organización.

WANGARI MAATHAI, AMENAZADA DE MUERTE

Amnistía Internacional ha lanzado también una acción urgente por la premio Nobel de la Paz de 2004, Wangari Maathai. La defensora de Derechos Humanos y ex parlamentaria en Kenia ha recibido varias amenazas de muerte en los últimos días por lo que la organización teme por su seguridad.

Las amenazas llevaban la firma 'Mungiki', una banda cuyos miembros pertenecen principalmente a la etnia kikuyu, y que se ha atribuido la responsabilidad de casos de decapitación y otros asesinatos en los que se ha mutilado a las víctimas.

Wangari Maathai cree que las amenazas son respuesta a sus llamamientos para que se aumente la presión sobre el presidente Kibaki y el líder del opositor Movimiento Democrático Naranja, Raila Odinga, así como a sus críticas sobre algunas figuras políticas aliadas al Partido de la Unidad Nacional, actualmente en el poder.

"Amnistía Internacional insta al Gobierno keniano a que garantice la seguridad y protección de todos los defensores y defensoras de Derechos Humanos del país, investigue las amenazas que reciben y lleve a los responsables ante la justicia", se lee en el comunicado.

Las controvertidas elecciones del pasado 27 de diciembre de 2007, y el posterior anuncio de los resultados de las elecciones generales en las que el presidente Mwai Kibaki volvió a obtener el poder, desataron una oleada de violencia en distintas partes de Kenia, según recuerda la organización.

Más de mil personas han muerto desde entonces, en muchos casos como consecuencia de ataques de milicias étnicas armadas. Otros han muerto a manos de agentes de Policía desplegados con el fin de sofocar la violencia y disolver las protestas multitudinarias. Más de 300.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares convirtiéndose así en desplazados internos. Otras 10.000 personas han tenido que refugiarse en el país vecino, Uganda.