NUEVA YORK, 27 Sep. (Reuters/EP) -
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, han abordado este domingo la situación en Siria y la implicación militar rusa en el conflicto en una reunión mantenida en Nueva York. Ambos han tratado las posibles fórmulas para superar el conflicto e impulsar una transición política.
"Ha sido un intercambio de opiniones muy minucioso tanto en las implicaciones militares como políticas del mayor compromiso de Rusia en Siria", ha explicado una fuente estadounidense en declaraciones bajo condición de anonimato a la prensa. La reunión ha servido además para preparar la reunión de los presidentes de ambos países, Barack Obama y Vladimir Putin, programada para este lunes.
"Han hablado de la necesidad no solo de reducir el conflicto sino, de ser posible, regresar a las negociaciones para lograr una forma de avanzar hacia una transición política. Han abordado varias fórmulas para ello", ha indicado.
La fuente ha empleado el término "de-conflict", una expresión diplomática empleada para referirse a la forma de evitar incidentes entre distintas fuerzas militares presentes en una misma zona.
En esa misma línea, Kerry ha defendido coordinar las iniciativas contra el Estado Islámico en toda la región de Oriente Próximo. "Creo que es crucial que todas las iniciativas se coordinen. Esto aún no se está haciendo. Pienso que hay reticencias sobre cómo vamos a vanzar", ha reconocido.
Por otra parte, fuentes francesas han destacado que Irán podría ayudar a lograr una solución política para el conflicto, una información publicada tras la reunión del presidente francés, François Hollande, con su homólogo iraní, Hasán Rohani.
"Irán es un actor, pero también un facilitador. (Hollande) ha dicho que no se puede plantear que Al Assad sea la respuesta", ha explicado la fuente francesa en declaraciones bajo condición de anonimato.
Hollande ha aprovechado para trasladar a Rohani sus condolencias por la muerte de iraníes durante la avalancha humana del pasado miércoles en La Meca, en la que murieron más de 700 personas, pero ha señalado que el incidente no debería alimentar la tensión entre Irán y Arabia Saudí.
