MOSCÚ 21 Mar. (EP/AP) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró hoy que su Gobierno no apoyará el plan de la ONU para Kosovo si ignora los intereses de Serbia, ya que "cualquier cosa que sea inaceptable para una de las partes será también inaceptable para" su Gobierno, explicó Lavrov.
Rusia, que posee derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se opone a que Kosovo se escinda de Serbia y ha pedido a Naciones Unidas otro plan de paz en el que cobren más peso los intereses de Belgrado.
El enviado especial de la ONU para Kosovo, Martti Ahtisaari, declaró este mes que entregaría al Consejo de Seguridad de la ONU a finales de este mes el plan propuesto para encontrar una salida al conflicto en Kosovo. El plan causó fuertes desacuerdos entre los líderes serbios, opuestos a él, y los albano-kosovares, que sí lo apoyaban al entender el plan como un paso importante para alcanzar la independencia estatal a la que aspiran.
Ahtisaari anunció que las negociaciones entre ambas partes para llegar a un acuerdo se encontraban estancadas, por lo que el asunto alcanzaría el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo que se encargará de decidir el destino de la provincia balcánica.
La propuesta de Martti Ahtisaari no menciona expresamente la palabra "independencia" pero sí contempla que Kosovo goce de una amplia autogestión, que sería supervisada por la comunidad internacional, y que se conceda a la todavía provincia serbia todos los atributos propios de un Estado soberano --Constitución, bandera e himno nacionales--, así como el derecho a estar representada ante los organismos internacionales.
Kosovo ha estado bajo protectorado de la ONU desde 1999, cuando los bombardeos de la OTAN pusieron fin a la campaña de Serbia contra los separatistas albano-kosovares. La mayoría albanesa de la provincia quiere la independencia, pero Belgrado quiere que Kosovo siga formando parte de Serbia.