BRUSELAS, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Alemania, que ejerce este semestre la presidencia de turno de la Unión Europea, dejó claro hoy que la situación de Kosovo, cuyo estatus final deberá negociarse entre Belgrado y Pristina basándose en una propuesta de Naciones Unidas que podría plantear la independencia de la provincia serbia de mayoría albanesa, no sienta "ningún precedente para otras regiones".
"Hay un acuerdo muy claro respecto al procedimiento que hay que seguir en la antigua Yugoslavia y siempre se ha dicho con claridad que es sólo para Kosovo y que no sienta ningún precedente para otras regiones", resaltó el ministro de Estado alemán para Asuntos Europeos, Günter Gloser, al ser preguntado si no temía que la cuestión de Kosovo pudiera alentar los deseos independentistas de otras regiones, como las repúblicas caucásicas.
"Eso se lo hemos dicho con toda claridad no sólo a esos países sino a otros socios que tenemos", insistió el responsable germano en rueda de prensa junto al alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, en su calidad de presidente en ejercicio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
La OSCE y la UE celebraron hoy en Bruselas una reunión en la que Moratinos expuso las prioridades de su presidencia y garantizó el apoyo de la Organización a Kosovo una vez que se llegue a un acuerdo sobre el estatus de la provincia. El ministro aseguró también que la OSCE actuará con neutralidad y que necesitará un nuevo mandato de Naciones Unidas para llevar a cabo su misión en la zona una vez que cambie el estatus de la provincia.
En este momento, la OSCE es el organismo internacional con mayor presencia en Kosovo al contar con más de 1.000 funcionarios, según los datos ofrecidos por Moratinos. "Como debe ser, la OSCE tiene que ser neutral. Es muy probable que la misión de la OSCE necesite un mandato nuevo de conformidad con la resolución del Consejo de Seguridad y esperamos que se redacte de manera que la nueva misión esté a la altura de lo que pide la comunidad internacional", subrayó el jefe de la diplomacia española.
También Solana garantizó la cooperación de la UE para asumir el relevo de la misión de la ONU en Kosovo (Unmik) cuando se defina el nuevo estatuto. En concreto, la UE tendrá dos misiones fundamentales, una policial para garantizar el Estado de Derecho y otra diplomática para cooperar con las autoridades kosovares en los aspectos civiles de la nueva estructura de poder. "Queremos cooperar con la estructura final que emane tras el debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", resaltó Solana.
Finalmente ni Solana ni el responsable alemán de Asuntos Europeos quisieron adelantar el escenario que abriría un virtual veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tal y como viene amenazando Moscú. "Todos tenemos que ser lo más constructivos posible", pidió Solana. "No quiero referirme a la posibilidad de un veto. Posiblemente, cuando se encauza un conflicto así, las cosas se resuelven mediante conversaciones, así que no nos adelantemos a esas conversaciones", dijo Gloser.
