Líbano.- El Parlamento retrasa la votación para elegir presidente hasta el 30 de noviembre por el boicot de la oposición

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 23 noviembre 2007 15:00

BEIRUT 23 Nov. (EP/AP) -

El Parlamento libanés no consiguió hoy llegar a un consenso debido al boicot de la oposición en el último intento para elegir a un candidato que suceda al actual presidente del país, Emile Lahoud, pocas horas antes de que el mandato de éste se agotase, de modo que Líbano se expone a una radicalización de la actual crisis política.

Por ello, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, informó hoy en un comunicado que la sesión para elegir al nuevo mandatario se ha pospuesto hasta el próximo 30 de noviembre con el objetivo de dar un poco más de tiempo "para nuevas consultas para alcanzar un consenso en la elección del presidente".

Berri tomó esta decisión media hora después de que el Parlamento no reuniera el quorum necesario de dos tercios para comenzar la votación, a lo cual siguieron las consultas con los líderes de la mayoría. Así, programada ya otra sesión para la semana que viene, las conversaciones continuarán entre las dos partes: los diputados pro-occidentales y los pro-sirios encabezados por Hezbolá.

Sin embargo, cada parte está esperando a que la otra dé el primer paso y acepte el candidato que propone el otro bando. El fracaso en la elección de un nuevo presidente podría hacer caer al país en un caos político y de violencia que hasta ahora se ha estado conteniendo.

En ausencia de un presidente, el Gobierno del primer ministro antisirio Fuad Siniora será el que ejerza únicamente el Poder Ejecutivo, asumiendo así ciertas competencias de la Jefatura del Estado, según se expone en la Constitución libanesa. Pero Lahoud ha afirmado que no entregará sus competencias a la Administración de Siniora, ya que la considera anticonstitucional después de que cinco ministros de la confesión chií abandonaran sus cargos el año pasado.

Los libaneses temen que de no llegarse a un acuerdo y nombrarse un nuevo presidente se produzca un vacío de poder, o incluso un escenario que podría ser más peligroso, dos gobiernos rivales, como ocurrió durante los dos últimos años de la guerra civil (1975-1990).

Una posibilidad es que Lahoud encargue sus competencias en seguridad a los altos mandos del Ejército, un movimiento al que el actual Gobierno probablemente no se opondría, lo cual permitiría que se alargaran las conversaciones sobre el candidato de consenso.

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