Los líderes europeos, más cerca de dar un impulso decisivo a las energías renovables

Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 23:46


BRUSELAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los líderes europeos lograron hoy acercar posturas para dar un impulso decisivo a las energías renovables fijando un objetivo obligatorio del 20% sobre el total del consumo para el año 2020, aunque todavía quedan algunos países reticentes, especialmente República Checa, Eslovaquia y Hungría, por lo que el compromiso definitivo no se cerrará hasta el final de la cumbre este viernes, según informaron fuentes diplomáticas.

Francia y Polonia, que en principio lideraban el rechazo a un objetivo obligatorio de energías renovables, mostraron más flexibilidad tras lograr que la presidencia alemana aceptara sus preocupaciones. En el caso francés, el acuerdo podría pasar por incluir en el plan de acción de la UE sobre energía una referencia a la importancia de las energías de bajas emisiones de CO2 para luchar contra el cambio climático. París vería así reconocida implícitamente su aspiración a que se considere la energía nuclear como una fuente energética limpia.

Para ganarse a los polacos, la presidencia baraja poner más énfasis en la cuestión de la solidaridad entre los Estados miembros de la UE para responder a las crisis energéticas y cortes de suministro, algo que preocupa especialmente a Varsovia por sus frecuentes enfrentamientos con la vecina Rusia. Queda por resolver la inquietud de República Checa, Eslovaquia y Hungría, que alegan que lograr el 20% de energías renovables no es realista y para ellos es imposible de alcanzar. La solución podría pasar por recoger una lista de las dificultades a las que se enfrenta cada Estado miembro que podría servir como base para repartir los esfuerzos.

Durante la primera sesión de trabajo del Consejo Europeo, la canciller alemana y presidenta de turno del Consejo, Angela Merkel, destacó que cualquier objetivo obligatorio que se fije en la UE debe ser "alcanzable" y "tener en cuenta las especificidades" de los Estados miembros.

Merkel salió al paso de los temores expresados por la patronal europea de que los planes sobre las energías renovables vayan a provocar una pérdida de puestos de trabajo en la UE y dijo que, por el contrario, se pueden crear otros nuevos en sectores como la fabricación de generadores eólicos, como ha ocurrido en Alemania. "Se están creando nuevas actividades con las que no habríamos soñado hace 15 años", subrayó.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, hizo hincapié en que el cambio climático está generando efectos preocupantes que han provocado a su vez una cierta alarma social a la que los gobiernos deben responder. En este sentido, defendió que la UE debe "mostrar liderazgo" en esta cuestión y señaló que si de este Consejo Europeo sale un acuerdo éste será llevado a la próxima cumbre del G-8.

En cuanto al presidente francés, Jacques Chirac, como era de esperar, aprovechó su intervención para destacar que la energía nuclear es la que ha permitido a Francia cumplir con los objetivos fijados por el Protocolo de Kioto.

DISTRIBUCIÓN DEL ESFUERZO

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reiteró que la delegación española apoya que el objetivo de un 20% energías renovables en la UE en 2020 sea obligatorio aunque pone el acento en la "distribución del esfuerzo" entre los Estados miembros. "Nosotros estamos en principio abiertos y favorables a ese compromiso concreto del 20% de energías renovables, pero dependerá también de cuál es el esfuerzo que tengamos que hacer y cómo se distribuye ese esfuerzo", dijo Moratinos en rueda de prensa.

El jefe de la Diplomacia española destacó que la cumbre de primavera dará un "impulso definitivo a la interconexión energética de España con Francia", lo cual es "muy importante" para el Gobierno para paliar la condición de "isla energética" de la península. También resaltó que el plan energético que aprobarán los líderes europeos este viernes reforzará la "relación privilegiada" con los países del Magreb, y en especial con Argelia, tal y como pedía España. Además, se animará a concluir un nuevo acuerdo de asociación con Rusia y a defender con una "única voz" los intereses energéticos de la UE.

Los líderes europeos ratificarán en esta cumbre el objetivo de que la UE reduzca unilateralmente un 20% sus emisiones de efecto invernadero en 2020 respecto a los niveles de 1990, un porcentaje que se aumentaría al 30% si el resto de países industrializados, empezando por Estados Unidos, se suman a un acuerdo internacional contra el cambio climático que sustituya al protocolo de Kioto, que vence en 2012.

Este objetivo ya fue respaldado por unanimidad por los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete el pasado 20 de febrero. El problema se planteará, tras la cumbre, para pactar el reparto de este recorte global del 20% entre los diferentes Estados miembros --para el Gobierno, el criterio más importante es el de emisiones per cápita, que son relativamente bajas en España--. La Comisión se ha comprometido a presentar sus propuestas en el tercer trimestre de este año.

También hay unanimidad a la hora de fijar un mínimo del 10% en la cuota de biocarburantes, y de respaldar el plan de eficiencia energética presentado por la Comisión cuyo objetivo es reducir un 20% el consumo de energía de aquí a 2020, lo que permitirá ahorrar 100.000 millones de euros y evitar 780 millones de toneladas de CO2 al año.

En su encuentro con los líderes europeos al inicio de la cumbre, el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering, pidió elevar el grado de ambición de los objetivos que debería perseguir la UE para luchar contra el cambio climático. En concreto, reclamó que el umbral del 20% de reducción unilateral de emisiones se eleve a un 30% para 2020, año en el que los países de la UE deberían utilizar un 25% de energías renovables, en lugar del 20% que discuten los Estados miembros.

Un último tema polémico en materia de energía que deberán resolver los jefes de Estado y de Gobierno es si se impone o no la desmembración obligatoria de propiedad de los grandes grupos energéticos entre las actividades de producción y las de distribución para facilitar así el acceso a las nuevas empresas y garantizar las inversiones. Todo apunta a que no se obtendrá ningún resultado concreto porque Alemania y Francia mantienen su oposición radical.