Al menos 800 civiles murieron en Afganistán de enero a mayo de 2009, un incremento de un 24%, según la ONU

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 15:47

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos 800 civiles murieron en Afganistán entre los primeros cinco meses de 2009 como resultado de las hostilidades armadas entre los insurgentes, el Ejército estadounidense, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF) que dirige la OTAN y las fuerzas gubernamentales, lo que supone un incremento de un 24 por ciento este año comparado con el mismo período en 2008, de acuerdo con un informe del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

Sólo durante el pasado mes de mayo, 261 civiles perdieron su vida en el conflicto en Afganistán, según declaró el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, a los miembros del Consejo de Seguridad, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Uno de los peores incidentes sucedió en mayo, cuando decenas de civiles, entre ellos al menos 65 mujeres y niños, murieron por un bombardeo de las fuerzas estadounidenses en una aldea situada en el distrito de Bala Bulok, en la provincia de Farah (suroeste de Afganistán), según manifestó el 26 de mayo la Comisión Independiente para los Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC).

"La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán, la UNAMA, registró 800 bajas civiles entre enero y mayo de 2009, la mayor parte en las regiones del sur, suroeste y este del país", subraya el informe del secretario general de la ONU, que lleva por título 'La Situación en Afganistán y su Implicación para la Paz y Seguridad Internacionales'.

Al menos el 55 por ciento de las muertes registradas se atribuyen a los insurgentes, el 33 por ciento a las fuerzas afganas e internacionales y el doce por ciento no puede atribuirse a ninguna de las partes implicadas, señala el informe.

El documento culpa a los talibán de la mayor parte de las bajas civiles y da la bienvenida a las medidas adoptadas por las fuerzas internacionales para minimizar el impacto de la guerra sobre los no combatientes. Durante el próximo período, indica, se experimentará con toda probabilidad un incremento en el nivel de violencia en comparación con el mismo período del año pasado, incluidos los ataques suicidas, la intimidación y los asesinatos por parte de los insurgentes.

Desde la caída del régimen talibán en 2001, la inseguridad ha plagado diversas zonas del país, especialmente el sur. En mayo, la seguridad se deterioró hasta niveles que no se habían visto desde 2001, con cerca de 1.000 incidentes violentos registrados, según el informe de la ONU.

Mientras que la violencia relacionada con la insurgencia se ha concentrado en mayor medida en el sur y en el este, también se ha expandido a las zonas centro y norte del país. Además de su impacto adverso en la vida de los civiles, el aumento de la inseguridad supone amenazas graves a los trabajadores humanitarios y ha inhibido el acceso humanitario a grandes zonas del país.

VIOLENCIA POR LAS ELECCIONES

Cerca de 60 incidentes de seguridad que afectan a ONG se registraron desde el 1 de enero hasta el 15 de junio de 2009, según la ONG afgana Oficina de Seguridad. Decenas de trabajadores humanitarios fueron asesinados o secuestrados el año pasado.

El informe de la ONU también especifica que, debido al aumento de las fuerzas estadounidenses durante los últimos meses y la expansión de las nuevas fuerzas afganas, la seguridad ha experimentado cierta mejoría en las provincias de Kabul, Herat, Logar y Wardak.

Sin embargo, los trabajadores humanitarios permanecen preocupados porque la violencia aumentará los próximos meses mientras el país se prepara para los comicios presidenciales del próximo mes de agosto. Los insurgentes ya han amenazado con desbaratar el proceso de las elecciones con más ataques suicidas y bombas en las carreteras.