CIUDAD DE MÉXICO, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los congresistas opositores del Frente Amplio Progresista (FAP) iniciaron ayer lo que denominan movimiento de resistencia civil, en defensa del petróleo mexicano y en oposición a la propuesta de reforma energética presentada por el Gobierno ante el órgano legislativo, según informó la agencia de noticias colombiana Prensa Latina.
La crisis estalló cuando esas organizaciones exigieron la puesta en marcha de un amplio debate nacional en el Congreso sobre la situación y perspectivas de la industria energética del país, antes de comenzar el análisis de la proposición enviada por el presidente Felipe Calderón.
Además, consideraron que dicha proposición facilita la privatización del petróleo mexicano, prohibida constitucionalmente tras su nacionalización, en 1938, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.
La situación se complicó porque a finales de este mes finalizó la actual legislatura del Congreso y defensores del proyecto gubernamental llegaron a sugerir la celebración de sesiones extraordinarias para lograr su aprobación lo antes posible.
Por otra parte, más de mil integrantes de las brigadas de defensa del petróleo organizadas por el ex candidato presidencial izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, se situaron ayer en las afueras del Senado en apoyo al FAP y permanecen todavía en el lugar que es custodiado por la policía.
La Junta de Coordinación de la Cámara Alta, a la cual pertenecen los jefes de grupos parlamentarios de todos los partidos representados allí, anunció la celebración de reuniones durante el día de para tratar de llegar a un acuerdo que normalice la situación.
Senadores y diputados del FAP coalición formada por los principales partidos de izquierda en la oposición, mantienen el control del Congreso de las tribunas presidenciales de las dos Cámaras del Congreso Nacional.
