Mikati descarta dimitir tras los enfrentamientos en Beirut y dice que Líbano "no puede ser abandonado"

El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati
El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati - Hassan Ibrahim/Lebanese Parliame / DPA
Actualizado: lunes, 18 octubre 2021 15:56

Dice que el Gobierno no se reunirá sin una solución para las disputas en torno al juez Tarek Bitar

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha descartado este lunes la posibilidad de dimitir y ha recalcado que el Gobierno no se reunirá "antes de haber encontrado una solución" en torno a las disputas sobre las investigaciones sobre las explosiones de agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut.

Mikati ha resaltado que su dimisión "no está sobre la mesa" y ha defendido que "el país no puede ser abandonado en estas circunstancias". "El vacío no debe afectar a las autoridades", ha añadido, en una entrevista al portal de noticias Al Modon.

"Tenemos unas misiones esenciales y claras. Preparar un plan de reforma económica y celebrar elecciones parlamentarias. Estoy comprometido con esas dos tareas", ha argumentado el primer ministro libanés.

"Políticamente, no voy a convocar una sesión del Gabinete antes de encontrar una solución al problema y no quiero provocar a ningún partido", ha dicho Mikati, quien ha incidido en que "no interferirá" en las acciones del aparato judicial.

De esta forma, ha reseñado que "el aparato judicial debe encontrar una solución y hay leyes y una Constitución que no deben ser obviadas", al tiempo que ha incidido en que el Alto Consejo Judicial "no tiene derecho" a pedir la dimisión del juez Tarek Bitar.

Asimismo, ha manifestado que "la situación de seguridad es estable", tras la muerte de siete personas el jueves durante una manifestación en Beirut para pedir la dimisión de Bitar, tal y como ha recogido el portal libanés de noticias Naharnet.

Mikati ha recalcado que "no interferirá en los trabajos de Bitar" y ha agregado que "debe abordarse" lo sucedido durante la protesta en Beirut. "La solución es política", ha argumentado el primer ministro libanés.

"Mientras esté presente no permitiré que haya injusticia contra ninguna parte. Líbano es el país de los equilibrios, que deben ser respetados por todos", ha remachado.

Por su parte, el ministro de Defensa de Líbano, Maurice Slim, ha resaltado que lo sucedido durante la protesta en Beirut "no fue una emboscada, sino un incidente desafortunado", después de que el partido-milicia chií y el Movimiento AMAL acusaran a "francotiradores" de Fuerzas Libanesas de lo sucedido.

"Manejamos hechos y el mapa de los hechos está siendo dibujado por los investigadores. Le dejaremos a ellos que determinen (lo sucedido) a partir de las cámaras, testigos, participantes y pruebas", ha manifestado en una entrevista concedida a la cadena de televisión LBCI.

Así, ha destacado que las agencias gubernamentales "llevaron a cabo sus deberes" antes, durante y después de los sucesos y ha agregado que las partes "subrayaron que la manifestación no tenía objetivos negativos y no había intención de interceptarla".

"Los disparos pudieron llegar de cualquier parte y no puedo confirmar o negar la presencia de francotiradores, este asunto será abordado en la investigación", ha señalado Slim, quien ha resaltado que "el Ejército no tenía personal suficiente como para desplegarlo en todas las intersecciones".

El ministro ha rechazado además los llamamientos a favor del cese del jefe del Ejército, Joseph Aoun, y ha destacado que su labor al frente de las Fuerzas Armadas "preservó el país e hizo frente al terrorismo en la frontera". Así, ha destacado su "competencia, integridad y credibilidad".

ADVERTENCIA DEL GRAN MUFTÍ

Durante la jornada, el gran muftí de Líbano, el jeque Abdulatif Daryan, ha condenado los enfrentamientos en Beirut, que ha descrito como "una desgracia" y algo "humillante y vergonzoso", tal y como ha informado el portal de noticias Naharnet.

"La diferencia de opinión es legítima, pero los combates en las calles son rechazados y están prohibidos, al margen de las razones", ha valorado. "Tememos por la coexistencia", ha dicho el jeque, quien ha mostrado además su preocupación en torno a los Acuerdos de Taif y la Constitución.

En este sentido, ha sostenido que "hay constantes por las que nadie parece preocuparse en medio de la fiebre electoral y las llamas del puerto", en referencia a las explosiones en Beirut, que dejaron más de 200 muertos y enormes daños materiales en el país.

"¿Quién dice que no nos preocupamos por la justicia? Hay un camino claro que debemos respetar para que la gente no se divida sobre las vías de justicia y política", ha explicado, antes de alertar sobre los "peligros de la politización y la sectarización de los asuntos nacionales".

Daryan ha subrayado que ello llevaría a "un camino suicida" en el que "todo el mundo está participando de forma entusiasta", al tiempo que ha lamentado que la situación actual "desgraciadamente, genera recuerdos de los inicios de la guerra civil".

LOS ENFRENTAMIENTOS

Los enfrentamientos del jueves tuvieron lugar en medio de una campaña de críticas por parte de Hezbolá y AMAL contra Bitar y después de que varios exministros citados a declarar en el marco de las pesquisas hayan presentado diversas demandas para intentar que el juez sea cesado.

Este aumento de las tensiones ha puesto en riesgo la estabilidad del recientemente formado Gobierno libanés --que recibió la confianza del Parlamento el 20 de septiembre--, después de que Hezbolá, AMAL y el Movimiento Marada hayan amenazado con "suspender" su participación en el mismo si Bitar no es reemplazado por otro juez.

El malestar popular ha ido al alza durante los últimos meses debido al bloqueo de las investigaciones y los retrasos en la retirada de la inmunidad de los exministros y parlamentarios a los que el juez Bitar ha citado a declarar en el marco de las pesquisas, entre ellos Diab, quien dimitió tras las explosiones y siguió en el cargo en funciones hasta que se logró un acuerdo para formar el nuevo Gobierno en septiembre.

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