El Ministerio de Justicia no presentará cargos por negligencia contra el IPS tras el suicidio del 'prisionero X'

MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Justicia de Israel ha determinado este jueves que no se presentarán cargos por negligencia contra el personal de la prisión en la que se suicidó en 2010 el conocido como 'Prisionero X', según ha informado la cadena de televisión británica BBC.

El reo, identificado como Ben Zygier, falleció en una cárcel de máxima seguridad tras ahorcarse con una sábana atándola a los barrotes de la ventana meses después de ser detenido e internado en secreto en una celda de aislamiento.

A pesar de que la investigación del juez que llevó el caso encontró pruebas de negligencia por parte del servicio de prisiones, el ministerio ha indicado que son insuficientes para abrir un caso ante un tribunal penal.

"Se ha determinado que no sería posible determinar con el nivel de certeza necesario para abrir un proceso penal si los miembros del Servicio de Prisiones de Israel (IPS) involucrados en la supervisión del fallecido podrían haber previsto su suicidio", ha indicado a través de un comunicado.

En base al informe presentado previamente por el juez, que fue publicado parcialmente en febrero y que ha salido este mes a la luz en su totalidad, la unidad encargada de vigilar dos celdas, entre ellas en la que estaba encerrado Zygier, no operaron ese día.

En su lugar, Zygier era vigilado desde una sala de control que monitorizaba las grabaciones de un total de 300 cámaras, entre las que no había ninguna instalada en su habitación. Asimismo, afirmó que el diario de monitorización no había sido rellenado de forma adecuada.

El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha negado que Zygier estuviese relacionado con los servicios secretos de su país cuando fue detenido en 2010.

La noticia de su suicidio trascendió a la luz pública en febrero después de que tribunal de la localidad de Rishon Letzion acordara levantar parcialmente el secreto de sumario del caso tras tres años de censura decretada por el Gobierno israelí apelando a la seguridad nacional.