PARÍS, 11 Oct. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, llega el próximo domingo a República Centroafricana para recabar información sobre el proceso de transición política en el país, una antigua colonia que ahora mismo atraviesa una de las etapas más caóticas de su historia reciente tras el golpe de estado de los ex rebeldes del Séléka el pasado mes de marzo contra el antiguo presidente François Bozize.
La comitiva que acompaña a Fabius se espera un escenario muy difícil. "Hay un cóctel explosivo en República Centroafricana y nos tenemos que este país se puede convertir en un imán para los grupos armados de la región", indicó una fuente diplomática.
El de Fabius se trata del primer viaje en 10 años de un ministro de Exteriores francés a la capital del país, Bangui. Fabius espera concienciar al Gobierno de transición de la necesidad de desarrollar una 'hoja de ruta' pacífica y democrática, y llamar la atención a la comunidad internacional sobre un conflicto que ha dejado más de 400.000 desplazados y cientos de casos de asesinato y violaciones sin resolver.
Además, el problema empeora por la presencia de mercenarios armados de diferentes países que conforman las filas de Séléka, desde chadianos a milicias janjaweed de Darfur (Sudán), junto a integrantes de los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor, con base en Uganda.
En general, "nos encontramos ante el inicio de la expansión de un veneno sectario interno que jamás hemos visto en el pasado, y que se retroalimenta de un aspecto internacional que también nos resulta nuevo", añadieron estas fuentes.
En términos generales, Francia desea que el actual presidente del país, Michel Djotodia, se disocie completamente de los rebeldes y respete el plazo de 18 meses desde su llegada al poder para celebrar elecciones. La opción militar, de momento, está descartada. "Ya no somos la Policía de África", indicaron otras fuentes diplomáticas a Reuters en referencia a la última intervención militar en el continente, realizada a principios de año en Malí.
De momento, Francia mantiene 400 soldados en el país para proteger el aeropuesto. Cualquier misión adicional "resultaría muy costosa y no es factible por cuestiones presupuestarias", hizo saber esta fuente. Otras, no obstante, apuntan que el país podría aumentar el contingente de tropas hasta 1.200 o incrementar los apoyos a la fuerza panafricana (MISCA) encargada de vigilar el proceso de transición.