KABUL, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos trece guardias de seguridad de una empresa privada resultaron muertos ayer al sufrir una emboscada mientras circulaban en un convoy por la autopista que comunica Kabul con Kandahar, al sur de la capital, mientras que doce2 civiles resultaron muertos y ocho heridos en otra emboscada talibán contra un convoy civil.
La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés) de la OTAN informó de que la emboscada iba dirigida contra civiles aunque las fuerzas de seguridad afganas insistieron en que el ataque estaba dirigido contra los guardias de la empresa privada de seguridad, en la misma autopista donde fueron secuestrados los 23 coreanos el 19 de julio.
El ataque talibán desató un tiroteo que duró tres horas y en el que murieron al menos trece agentes de seguridad y cinco milicianos talibán, según informó el comandante de la Policía de carreteras de la provincia de Zabul, Jailani Jan. El portavoz del Gobierno, Gulabshah Alikhail, comunicó que siete guardias resultaron muertos, mientras que el Ministerio del Interior, en un comunicado, elevó a diez el número de muertos.
El ISAF informó de que varios soldados rumanos encontraron por casualidad un convoy civil que estaba sufriendo otra emboscada a manos de los talibán y que doce civiles habían muerto y ocho estaban heridos.
