Asegura que la Policía sabía "todo acerca de la peligrosidad" del supuesto asesino abatido hoy en Toulouse
PARÍS, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una mujer que conoció personalmente al presunto autor de los asesinatos de Toulouse y Montauban, Mohamed Merah, ha explicado este jueves, en una entrevista concedida al diario galo 'The Télégramme', que denunció en varias ocasiones ante la Policía al supuesto asesino por haber intentado reclutar a su hijo para que fuera un muyahidin y por la agresividad que mostraba.
La mujer, que vive en el mismo barrio de Toulouse que el supuesto asesino de siete personas y que ha preferido mantener su identidad en el anonimato por motivos de seguridad, ha subrayado que la Policía "sabía todo acerca de la peligrosidad" y el "radicalismo" de Merah.
En este sentido, ha asegurado que presentó varias denuncias contra Mohamed Merah ante la Policía y que los procesos fueron reabiertos sin que finalmente dieran resultados judiciales. Incluso, según ha subrayado, llegó a sufrir las amenazas directas del propio Merah por haberle denunciado.
El diario 'The Télégramme' ha destacado que parte de los hechos relatados por esta mujer han sido publicados este jueves por varios medios de comunicación basándose en el testimonio de una mujer a la que únicamente identifican con el nombre de Malika. En concreto, Malika ha denunciado un incidente de 2010, en el que Merah apareció en el barrio de Izards encapuchado y armado con una espada al grito de 'Allahu Akbar' (Alá es grande).
La mujer entrevistada por 'The Télegramme' e identificada como Aisha ha asegurado que era a su familia a quien amenazaba Merah con su espada. "Nos amenazó ese día. Ese fue el día que atacó a mis hijos", ha aseverado.
Un día antes de ese incidente, según la testigo consultada por el rotativo galo, Merah recogió a su hijo, que entonces tenía quince años de edad, y se lo llevó en su coche, donde le hizo escuchar un disco compacto con música que promovía la guerra. Posteriormente, Merah "se llevó" a su hijo a su casa, donde tenía un Corán y "grandes espadas colgadas en la pared, y le obligó a ver "videos de Al Qaeda", con escenas "inaguantables", como ejecuciones de mujeres y hombres con disparos en la cabeza.
"Mi hijo me llamó. Finalmente fue capaz de recuperarse. Permaneció encerrado allí desde las cinco hasta medianoche", ha afirmado Aisha. Tras ese episodio, la mujer denunció los hechos ante la Policía, lo que "enfureció a Mohamed Merah". "Vino a nuestra casa. Nos amenazó y nos golpeó. Me dijo que yo era atea y que tendría que pagar como todos los franceses. No paraba de repetir que él era un muyahidín y que moriría como un mártir, que borraría de la tierra a todos los que estaban matando a los musulmanes", ha relatado.
Dos días después de esas amenazas, Merah, siempre según el relato de esta mujer, agredió a su hijo, al que reprochó que le hubiera contado todo a su madre, y a su hija cuando la joven intervino para impedir que pegara a su hermano. "Había mucha gente, pero nadie se movió", ha asegurado la madre.
Aisha ha advertido de que ha guardado "todo" lo relacionado con los incidentes con Merah, incluidas las denuncias, fotografías de cómo quedaron sus hijos y los certificados médicos de las lesiones. Su abogado, apellidado Mouton, ha confirmado que su cliente presentó una denuncia "muy detallada" el 25 de junio de 2010. "Lo he planteado muchas veces. Nadie me dijo qué medidas se habían adoptado", ha explicado.
Aisha ha afirmado que desde que denunció que Merah el responsable de los crímenes de Toulouse y Montauban vive "aterrorizada" porque ha recibido "amenazas de muerte". "Trato de proteger a mi familia, pero tengo miedo", ha añadido.
Sobre Merah, ha indicado que, a simple vista, parecía "como un cordero", por su aspecto afable, pero tenía "dos caras". La mujer ha denunciado que el verdadero "cerebro" que llevó a Merah al fanatismo fue su hermano, Abdelkader Merah. "Fue él quien llenó su cabeza", ha dicho del hermano del presunto asesino. "¿Por qué, a pesar de todos mis informes, Mohamed Merah no ha sido arrestado?", se ha planteado, antes de concluir que lo sucedido es "incomprensible y repugnante".
