La mujer de Litvinenko, convencida de que Putin "está detrás" del asesinato de su marido

Actualizado: lunes, 24 septiembre 2007 14:46


MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mujer de Alexander Litvinenko, el ex espía ruso asesinado el año pasado en Londres con una sustancia radiactiva, se mostró convencida hoy de que el presidente ruso, Vladimir Putin, "está detrás" de la muerte de su marido, al tiempo que consideró "muy improbable" que el único sospechoso hasta ahora en el caso, Andrei Lugovoi, "sea llevado ante los tribunales".

Marina Litvinenko, que junto con Alex Goldfarb, amigo de su marido, se encuentra en Madrid para presentar el libro 'Muerte de un disidente. El envenenamiento de Alexander Litvinenko y el regreso del KGB', afirmó tajante en una entrevista concedida a Europa Press que Lugovoi fue quien le suministró el polonio 210 que acabó su vida, pero "Putin está detrás de esto de algún modo porque controla todo en Rusia" y es imposible que alguien pudiera adquirir la sustancia radiactiva y "usarla sin una autorización a alto nivel".

También Goldfarb, que ayudó al matrimonio a llegar a Reino Unido para pedir asilo político en 2000, es de la misma opinión. Para este científico disidente que huyó de Rusia en los 70, Putin fue quien "aprobó la operación contra el grupo de Londres", del que forman parte además de Litvinenko el oligarca Boris Berezovski y el ex ministro checheno Ajmed Zakayev, "y no entró en detalles".

Pero junto a Putin y Lugovoi, "hay más personas implicadas como los físicos que prepararon el polonio o los que lo probaron". "Todos ellos son criminales porque desarrollaron un arma química", afirmó Goldfarb.

Tanto Marina como Goldfarb expresan sus dudas sobre la posibilidad de que "se haga justicia" en este caso. "Honestamente no creo que se resuelva mientras siga este régimen en Rusia, aunque puede que en un futuro, si hay cambio de régimen y se consigue apartar a Putin" sí que se esclarezca todo, añadió Goldfarb, insistiendo en que no se trata de "un simple asesinato, sino de un atentado terrorista con una sustancia nuclear".

"Para ser realista, es muy difícil que esta persona (Lugovoi) sea llevada a los tribunales", consideró por su parte Marina, sobre todo ahora que se presenta como candidato a las elecciones parlamentarias de diciembre y podría ser elegido diputado, "con lo que gozaría de inmunidad en Rusia, pero no en el extranjero".

RUSIA ES IMPREDECIBLE

En cuanto a la posibilidad de que el cambio de presidente traiga consigo justicia en este caso, Marina subrayó que "en Rusia todo cambia cuando cambia el presidente aunque Putin diga lo contrario, pero es difícil decir cómo será porque en Rusia todo es impredecible". En todo caso, añadió, "espero que cambie para mejor y que podamos ir allí y se haga justicia".

"Puede que Sasha no fuera la persona más peligrosa para Putin aunque escribió artículos contra él, pero estaba muy cerca de Berezovski y de Zakayev", opinó la mujer del ex espía respecto a por qué se asesinó a su marido y no a otra persona. Para Moscú, añadió, "era más fácil pedir la extradición" de Berezovski o Lugovoi, "que asesinarlos porque esto perjudicaría las relaciones con Reino Unido".

Por otra parte, respecto a la posibilidad de que pueda haber más asesinatos de personas contrarias al régimen ruso, Goldfarb consideró que "después de que les pillaron con las manos en la masa (en el caso Litvinenko) ahora probablemente serán más cuidadosos". En todo caso, subrayó, Rusia se ha comportado como uno de los llamados "estados canallas" --Estados Unidos designa como tales a países como Irán, Irak o Corea del Norte, entre otros--, ya que aunque sólo murió una persona, utilizaron "un arma de destrucción masiva".

PIDE MÁS APOYO A LA UE

Marina Litvinenko está muy agradecida a las autoridades británicas por todo lo que han hecho, en especial por la exhaustiva investigación que llevaron a cabo del asesinato de su marido. "Para las autoridades británicas este caso es muy importante y todavía esperan que las pruebas se lleven ante un tribunal", afirmó Marina, subrayando que les gustaría que "la Unión Europea apoyara a Reino Unido en esto".

La UE ha mostrado su respaldo en este caso "pero debería hacer más, pedir la extradición, discutir sobre lo que se puede hacer, no se puede detener porque Lugovoi no pueda ser extraditado" por Rusia debido a que la Constitución rusa lo prohíbe, remachó. El problema, según Goldfarb, es que Londres contempla el caso como "un problema criminal, por lo que no hay espacio para que los gobiernos europeos se impliquen".

Goldfarb lamentó también que pese a que Londres pidió la extradición de Lugovoi y expulsó a cuatro diplomáticos rusos, "se quedó corto de decir que se trató de un asesinato patrocinado por el Estado porque temía que esto produjera una escalada con Rusia, que es un país muy importante". "Pero lo sabían", añadió, admitiendo que probablemente las autoridades británicas "tienen más datos de los que han revelado".

En todo caso, admitió que "sin las autoridades británicas todo el mundo nos habría tomado por locos" al afirmar que el Kremlin estaba detrás de la muerte de Litvinenko. Su error fue "pensar que no encontraríamos el Polonio", añadió, a lo que Marina apuntó que creían que "sería un crimen perfecto, pero se equivocaron".

CAPACIDAD PARA PREDECIR EL FUTURO

Según explicó Marina, su marido "estaba preocupado pero no tenía miedo por su vida". Sasha, como le llamaban sus amigos, "era un profesional y creía en sí mismo" y sabía en todo momento cuáles eran las circunstancias. Por eso, relata, tras la rueda de prensa que dio en 1998 acusando a la Oficina Federal de Seguridad (FSB, sucesora del KGB) de estar detrás de un intento de asesinato contra Berezovski, "me dijo: Marina, después de esto puede que me maten o que me manden a prisión". Litvinenko pasó varios meses encarcelado a raíz de esta denuncia.

Luego, prosigue, cuando consiguieron asilo en Reino Unido, "le dije que no podían mandar a nadie para matar a una persona en otro país, pero él me dijo que era precisamente lo que querían", y lo que finalmente ocurrió en su caso.

Según su mujer, Litvinenko "tenía una especie de capacidad para predecir las cosas". Cuando llegaron a Londres desde Turquía, le dijo a ella: "Marina, habrá una película en Hollywood sobre nuestra escapada, y yo le respondí:'quién va a hacer una película sobre nosotros'". Sin embargo, ahora ha publicado un libro sobre la historia y, admite, están en contacto con Columbia Pictures, por lo que dijo, "podría haber una película en uno o dos años".

"Toda esta publicidad no es algo bonito para mí, pero con la película y con el libro la gente conocerá nuestra historia", señaló, expresando su deseo de algún día poder ir también a Rusia para contar a los rusos la verdad de lo ocurrido.