KATMANDÚ, 21 Sep. (EP/AP) -
Las autoridades nepalíes anunciaron hoy que han aumentado la seguridad en el sur del país, en la zona en donde recientemente se produjo una revuelta en la que hasta el momento se han contabilizado 22 muertos, según informaron hoy fuentes oficiales.
Las luchas se iniciaron después de que un hombre armado matase a Mohit Jan, un político local, el domingo pasado en el pueblo de Chandrauta, a 300 kilómetros al suroeste de Katmandú. Jan encabezaba una patrulla ciudadana formada hace dos años para contener los ataques de los rebeldes maoístas. El jefe del distrito de Kapilbastu, Narendra Dahal, indicó que se ha aumentado la seguridad en previsión a un nuevo brote de violencia.
Aunque los maoístas abandonaron la revuelta armada y se unieron el año pasado a un proceso de paz con el Gobierno nepalí, los seguidores de Jan denuncian que los rebeldes son los responsables de su muerte, aunque éstos lo han negado rotundamente. La Policía no conoce aún quién se enfrentó con quién en el conflicto, según Dahal.
Los habitantes de las comunidades del distrito de Kapilbastu llevan demandando desde hace meses un aumento de sus derechos alegando que el Gobierno ha pasado por alto su región en favor de otras más pobladas, situadas en las montañas del norte. Las demandas se centran principalmente en una mayor representación de la región tanto en posiciones políticas cómo en las legisladoras.
La ONU anunció ayer que enviará a un equipo de Derechos Humanos para que investigue lo sucedido, mientras que el Gobierno nepalí formó una comisión de alto nivel y encabezada por el juez del tribunal de apelaciones Lokendra Mallik para investigar por su parte y para proporcionar ayudas a las víctimas.
El ministro del Interior, Krishna Prasad Sitaula, voló hoy al área afectada en un intento de controlar la situación, según informó el ministro en un comunicado. Según Dahal, en casi todo el distrito aún permanece el toque de queda aunque ya se han abierto al tráfico las carreteras.
