KATMANDU 11 Oct. (EP/AP) -
El Parlamento de Nepal empezará hoy a debatir sobre la posible abolición de la monarquía. Mientras los antiguos rebeldes maoístas reclaman que se proclame inmediatamente la República, el principal partido en la Cámara, el Congreso Nepalí del primer ministro Girija Prasad, ha anunciado que votará en contra de esta propuesta y que sólo defenderá la destitución del Rey cuando se celebren las elecciones para la Asamblea Constituyente que habrá de decidir el futuro político de Nepal.
"Confiamos en que nuestra propuesta sea aprobada por el Parlamento, estamos negociando con otros partidos para convencerles que que la apoyen", declaró el jefe del grupo parlamentario comunista, Dev Gurung. Poco antes del comienzo del debate, alrededor de 5.000 simpatizantes maoístas se manifestaron en las principales calles de Katmandú para exigir que se proclame la República.
Está previsto que el debate dure varios días, antes de que los 328 diputados voten sobre la cuestión. El Congreso Nepalí cuenta con 132 escaños, mientras que los maoístas y otros partidos que apoyan su propuesta sólo reúnen 87.
Los maoístas abandonaron el pasado mes el Gobierno para exigir la inmediata abolición de la monarquía. "Confiamos en que la crisis quede resuelta con el debate parlamentario", declaró el ministro del Interio, Krishna Prasad Sitaula. "Se está conversando con todas las partes para llegar a un acuerdo", añadió.
La retirada de los maoístas también obligó al Gobierno a posponer las elecciones para la Asamblea Constituyente, que estaban previstas para el 22 de noviembre y seguramente no se puedan celebrar antes de marzo.
El Rey Gyanendra accedió al trono en 2001 tras el misterioso asesinato en el Palacio Real de su hermano, el Rey Birendra, y de otros nueve familiares.
Gyanendra asumió el poder absoluto mediante un 'autogolpe' de Estado en febrero de 2005 justificado por la necesidad de combatir a los insurgentes armados maoístas y acabar con el caos político, pero el empeoramiento del clima político y económico derivó en numerosas marchas de protesta en abril de 2996 que obligaron finalmente al monarca a dar marcha atrás y a ceder el poder a las instituciones que él mismo había clausurado. Desde entonces su poder es meramente simbólico.
Los maoístas se unieron al proceso de paz tras diez años de un conflicto armado que causó alrededor de 13.000 muertos, y se incorporaron el pasado mes de enero al Parlamento y en enero al Gobierno.