LONDRES, 2 Feb. (EUROPA PRESS/Eva Martín Millán) -
La intensa nieve que desde ayer ha irrumpido en Reino Unido ha motivado la paralización del funcionamiento regular de gran parte del país, en el que cientos de colegios han puesto el cartel de cierre, al igual que los juzgados del Tribunal Penal de Londres, donde los ciudadanos también han visto la suspensión de gran parte del transporte público y la anulación en cadena de vuelos en la mayoría de los aeropuertos.
La mayor nevada registrada en 18 años mantendrá sus efectos al menos hasta mañana, según los meteorólogos, y el Gobierno ha recomendado a los ciudadanos limitar los desplazamientos a los meramente imprescindibles. Una situación que no impidió la saturación de los taxis en la capital, debido a cancelación total de la circulación de autobuses y el cierre de numerosas líneas de metro, y que ha llevado al alcalde, Boris Johnson, a suspender los peajes de circulación.
Aunque el sur de Inglaterra es la parte más afectada, la alerta extrema por las condiciones meteorológicas se ha ampliado a Gales y parte de Escocia, ante la previsión de que el nivel de nieve llegue a los 30 centímetros en algunos casos y hasta a medio metro en los más extremos.
En este contexto, el primer ministro, Gordon Brown, reivindicó que el Gobierno está "haciendo todo lo que está en su poder para asegurar que los servicios viarios, ferroviarios y aeroportuarios abren lo antes posible" y garantizó que la supervisión se mantendrá a lo largo del día.
EVOLUCIÓN
Los meteorólogos han advertido de que la situación no mejorará, al menos, hasta mañana, y han situado como áreas más devastadas en valle del Támesis y toda la zona de Londres, donde se espera una nueva oleada de nieve esta misma noche que podría agravar la situación en los aeropuertos, en los que se llegó a registrar un incidente después de que un avión se deslizase fuera de la pista en Heathrow, aunque sin causar heridos.
Sin embargo, las consecuencias no se han ceñido a los desplazamientos y las cancelaciones de las operaciones en los aeropuertos, de los que hasta tres continúan cerrados, ya que también los servicios hospitalarios se han visto obligados a reclutar personal debido al incremento de las llamadas al servicio de emergencias. Asimismo, las adversas condiciones motivaron el cierre del tribunal penal de Old Bailey en Londres, así como varios juzgados.
Las agencias de emergencias han calificado la situación de "excepcional" y numerosos accidentes se produjeron en las carreteras debido al hielo que dejó como consecuencia las temperaturas por debajo de los cero grados en numerosas partes del país, que no se recuperarán hasta la tarde de mañana.
