ROMA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los 5.000 habitantes de la localidad de Iferouane, en el extremo norte de Níger, han huido de sus casas a causa del aislamiento, de la inseguridad debida a los enfrentamientos entre rebeldes tuareg y el Ejército y de la "represión injustificada" de los militares contra la población local, según informó el vicealcalde de esta ciudad, Mohamed Houma, a la agencia misionera de noticias MISNA.
"Las noches son heladas y no hay ningún abrigo para dormir, las pocas reservas alimentarias se están agotando y cientos de familias están a la intemperie, abandonadas en estas zonas remotas", declaró el vicealcalde de esta localidad situada en la región desértica de Tchinchoulous. "Necesitamos ayuda urgente", añadió.
"Algunos civiles han ido hacia el norte, otros hacia el sur, y se reagrupan en una especie de pequeños campamentos", precisó Houma, quien lleva a cabo una campaña de sensibilización para obtener ayudas.
Desde hace algunos meses, la región montañosa de Air y la zona norte, de mayoría tuareg, es escenario de la actividad del Movimiento de Nigerinos por la Justicia (MNJ), que se rebeló contra el Gobierno central y las políticas de explotación de los recursos naturales, en especial del uranio, que, aseguran, enriquecen a las multinacionales extranjeras y al poder central, sin ganancias para la población local.
"No me corresponde a mí comentar las acciones del MNJ", aclaró Hamou, "pero puedo dar mi opinión personal: hace 40 años que las empresas vienen aquí para extraer y comercializar uranio. Pero en nuestras aldeas se vive como en la edad media: ¿no es paradójico? Yo lo encuentro profundamente injusto".
La gran mayoría de la población de Iferouane vive de la horticultura y sólo recibe servicios mínimos de educación y salud. "Servicios que en los últimos meses ya no han funcionado a causa de la inseguridad ligada a los enfrentamientos entre rebeldes y militares", prosiguió el vicealcalde. "La ciudad ha sido marginada también en cuanto a reabastecimientos, que cada vez son menos frecuentes", añadió.
El aislamiento y la inseguridad han empujado a los ciudadanos a huir, ya que la violencia les ha convertido en "víctimas de la represión injustificada de los militares", agregó Hamou. Los soldados que viven en Iferouane, donde tienen su guarnición y son los únicos que se han quedado, "abusan de la población local, a la que hacen víctimas de las represalias por las acciones de los rebeldes", denunció.
