SANÁ, 22 Oct. (Reuters/EP) -
Las fuerzas gubernamentales apoyadas por Arabia Saudí y la insurgencia de los huthis y sus aliados se han acusado mutuamente de haber incumplido este sábado la tregua de 72 horas pactada entre las partes. Mientras, la ONU continúa intentando alcanzar un acuerdo para prorrogar el alto el fuego, que termina a medianoche del sábado.
La tregua se mantiene en lo que respecta a los ataques aéreos sobre la capital, Saná, controlada por los huthis, y también hay menos ataques de misiles huthis contra territorio saudí, pero los combates en tierra se han intensificado, según relatan vecinos de la zona y autoridades locales.
La coalición internacional para Yemen liderada por Arabia Saudí ha acusado a los huthis de casi un millar de incumplimientos del alto el fuego en las últimas 24 horas con disparos de proyectiles de mortero y ataques armados en la frontera entre Yemen y Arabia Saudí.
La agencia de noticias afín a los huthis, Saba, ha informado por su parte de que las fuerzas huthis han repelido un ataque de las fuerzas gubernamentales desde múltiples frentes sobre Saná apoyado por la aviación de la coalición saudí.
El objetivo del alto el fuego era facilitar unas negociaciones políticas que pusieran fin a un conflicto que ha durado ya 19 meses y ha dejado al país destrozado. Yemen era ya antes de la guerra uno de los países árabes más pobres.
El vicepresidente de Yemen, Alí Mohsen al Ahmar, informaba este viernes desde Riad de que las conversaciones con los representantes de la ONU buscan la paz, pero que responderán a los ataques de los huthis. "El Gobierno legítimo quiere mantener la contención en tributo a los esfuerzos de la ONU y por el bien de la paz rechazada por las milicias golpistas", ha apuntado Ahmar a través de un mensaje en Facebook.
Ahmar ha explicado que el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, ha planteado prorrogar la tregua durante otras 72 horas.
