NUEVA YORK, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo, Barack Obama, tiene previsto pasar el fin de semana previo a su investidura como 44 presidente de Estados Unidos en compañía de su vicepresidente, Joe Biden, sus respectivas familias y en compañía del pueblo estadounidense en un viaje en tren hacia la capital de la nación, antes del programa de eventos oficiales que comienzan la semana próxima y que culminarán con la toma de juramento ante el Capitolio del próximo día 20.
El llamado Whistle Stop Tour no sólo transportará a la próxima Primera Familia del país. Un grupo de estadounidenses "de todo tipo y condición", según la página web de Obama, "acompañaran a Obama y a Biden en representación de la vasta diversidad" que compone Estados Unidos.
El tren realizará tres paradas, en Filadelfia, Wilmington y Baltimore antes de llegar a Washington. A lo largo del recorrido, todos los viajeros tendrán la oportunidad de participar en diferentes eventos humanitarios. De hecho, la única condición para subir a bordo del ferrocarril era llevar consigo una lata de comida para ser entregada en los albergues la comitiva tenga previsto visitar.
El domingo comienza la primera gran celebración en el Lincoln Memorial con una ceremonia marcada por el gospel de Yolanda Adams y BeBe Winans, así como la melodía de la cantautora Carole King, acompañadpos del Coro de Darthmouth.
Así, la intención del presidente electo es pasar el mayor tiempo posible en compañía de los ciudadanos estadounidenses durante el fin de semana. Lo que no significa que se haya olvidado de ellos de cara al llamado Inauguration Day al que podrán asistir, en calidad de testigos excepcionales, los 10 afortunados ganadores del concurso convocado por las oficinas del presidente electo y por el que se han elegido los mejores ensayos sobre la relevancia del Día de la Investidura. Más de un cuarto de millón de estadounidenses presentaron sus textos, según la organización.
Entre los ganadores, se encuentra un bombero que dejó su trabajo en el sector financiero para unirse al Departamento de Bomberos de Nueva York tras los atentados del 11 de septiembre, una soldado cuyo marido está actualmente desplegado en Irak, un profesor de escuela de Baltimore, un antiguo voluntario de los Cuerpos de Paz en Kenia y un pequeño empresario de California.
A falta de cinco días para la investidura, se espera una asistencia masiva de estadounidenses que amenazan con colapsar la capital estadounidense. "Números sin precedentes de estadounidenses planean unirse a nosotros en Washington", declaró el presidente electo antes de recomendar paciencia y valor a los asistentes. "Eso implica largas colas, mucha espera, y sobre todo significa andar mucho en lo que podría ser un largo día de invierno", añadió.
