Inmigrantes a bordo de un barco abandonado en aguas del sureste asiático.
STRINGER . / REUTERS
Actualizado: martes, 1 diciembre 2015 13:55

BANGKOK, 1 Dic. (Reuters/EP) -

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha urgido a los países del sureste asiático a que traten a los inmigrantes que llegan a sus costas de forma humanitaria para evitar repetir el desastre de este año en el que cientos de refugiados han desaparecido en el mar o han muerto en campamentos en la jungla.

La OIM ha pedido este martes "plena cooperación" a los Gobiernos que asistieron en mayo a la reunión en Bangkok destinada a abordar la crisis migratoria anual de la región.

Los países del sureste asiático están de acuerdo en que tienen que ayudar a los inmigrantes que quedan abandonados en el mar tras la crisis del año pasado que hizo que más de 4.000 inmigrantes llegaran a Indonesia, Malasia, Tailandia, Birmania y Bangladesh después de que Tailandia iniciara una ofensiva contra las mafias de tráfico de personas.

Algunos quedaron atrapados en barcos en la bahía de Bengala y el mar de Andamán y cientos de ellos se ahogaron. Octubre y noviembre inician la "temporada de navegación", que dura cuatro meses y son las fechas en las que hay más tráfico de personas y más barcos ilegales navegando por la bahía de Bengala.

"Hacemos un llamamiento para pedir un desembarco seguro y un tratamiento humanitario, refugio, hidratación, atención médica y seguridad ante los elementos climáticos y la criminalidad, y pedimos la cooperación total de todos los actores, incluyendo a la comunidad internacional para que no se pierdan más vidas", ha declarado a Reuters el portavoz de OIM en Asia-Pacífico, Joe Lowry.

Miles de inmigrantes han huido de la persecución y la pobreza de Birmania y Bangladesh. Muchos de ellos son miembros de la minoría musulmana rohingya, que viven en un estado de apertheid en el estado birmano de Rajine y pagan a los traficantes por montar en barcas desvencijadas para cruzar a Malasia.

Algunos terminan en manos de traficantes que les llevan a la frontera de Tailandia con Malasia, a menudo en condiciones penosas, durante meses o incluso años hasta que son capaces de pagar por su liberación.

Según ha informado Lowry, los patrones de la migración han cambiado. "Es obvio que la gente que va directamente a Malasia da menos beneficios a los traficantes", ha añadido.

Una ofensiva iniciada por la Policía tailandesa contra los traficantes desencadenó la crisis regional a principios de este año, que continuó con el posterior descubrimiento de 30 cuerpos en fosas cercanas a la frontera de Malasia con Tailandia y que provocó una condena internacional.

Tailandia ha detenido a 88 personas por supuesto tráfico de personas desde que se inició la investigación, aunque todo apunta a que hay muchos más implicados.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Tailandia manifestó en una carta escrita el 23 de noviembre a la OIM que la reunión que se celebrará este viernes es "un paso proactivo de Tailandia para hacer todo lo posible por evitar una crisis humanitaria como la de mayo de 2015".

El director de la Interpol en Tailandia, el general Apichart Suribunya, ha indicado a Reuters que los barcos que iban a Tailandia ahora van directamente a Malasia tras las medidas tomadas por el país. "Malasia tiene un quebradero de cabeza", ha añadido.

De acuerdo con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y el grupo de seguimiento de la migración, Proyecto Arakan, más de 1.000 personas han cruzado la bahía de Bengala desde finales de septiembre, cuando las condiciones del monzón han comenzado a disminuir.

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