ONU.- Annan pide a los países que acepten la jurisdicción obligatoria de la CIJ en su 60 aniversario

Actualizado: miércoles, 12 abril 2006 18:38

LA HAYA, 12 Abr. (EP/AP) -

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó hoy a todos los países a aceptar la jurisdicción obligatoria de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En el 60 aniversario del tribunal, Annan recordó además que, en la actualidad, más países que nunca requieren voluntariamente su intervención para la resolución de problemas.

"La corte nunca ha estado en mayor demanda", señaló en una ceremonia en el Gran Salón de Justicia de La Haya, mientras los 15 jueces de la CIUJ con sus túnicas negras ocupaban sus asientos sobre un estrado.

Annan instó a que más naciones reconozcan su jurisdicción obligatoria y permitan que el tribunal zanje disputas planteadas por cualquier otro país que haya firmado el mismo acuerdo.

Hasta ahora, aproximadamente un tercio de los 191 Estados miembros de la ONU han aceptado su jurisdicción obligatoria, pero uno solo de ellos --Reino Unido-- es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

El acuerdo extendería la autoridad del organismo judicial supremo de la ONU, que por ahora sólo puede oír casos cuando ambas partes asienten o cuando se ven obligadas por tratados internacionales a remitir sus desacuerdos al tribunal de La Haya.

La medida se propone responder a las críticas según las cuales la corte carece del poder que los fundadores de la ONU se propusieron darle después de la Segunda Guerra Mundial para que fuese el árbitro inapelable de los conflictos y para reducir el riesgo de guerras.

En un centenar de casos la CIJ ha arbitrado disputas entre países vecinos, ha oído agravios atribuidos por países pequeños a superpotencias, y ha zanjado disputas de las naciones más poderosas con otras más débiles.

Sus partidarios sostienen que suministra una voz de justicia imparcial que afianza el Derecho Internacional. Sus adversarios le acusan de tener prejuicios, estar sujeta a influencias políticas y de revelarse impotente cuando los países desatienden sus dictámenes.