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MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas se ha declarado alarmada tras recibir información de que las autoridades húngaras están negando deliberadamente la comida a los inmigrantes recluidos en sus centros de detención, según la portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.
Esta situación ocurre con especial asiduidad en un caso concreto: en el de los inmigrantes cuya deportación ya está decidida. En el momento en que comienza el procedimiento de expulsión, al individuo se le niega a su derecho a recibir alimentos en su detención, de acuerdo con la portavoz.
Concretamente, Naciones Unidas tiene constancia de que al menos 21 inmigrantes han llegado a estar hasta cinco días sin comer. Es una práctica ilegal que, recuerda la ONU, las autoridades húngaras se habían comprometido a subsanar por un dictamen preliminar del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, pero como la sentencia no es definitiva, existe un vacío del que las autoridades húngaras se están aprovechando.
Dada su posición de escala en las rutas migratorias internacionales, Hungría se ha convertido en uno de los países de la UE más agresivos contra la inmigración, en particular la ilegal. El primer ministro, Viktor Orban, ha acabado como abanderado de la derecha europea en materia migratoria con una férrea política de restricciones y detenciones que han provocado incomodidad en las autoridades de Bruselas.
"Queremos alentar a Hungría a que garantice el cumplimiento de sus obligaciones humanitarias para con las personas privadas de libertad, independientemente de si se encuentran en zonas de tránsito o en cualquier otro lugar donde estén detenidas y no puedan valerse por sí mismas", ha añadido la portavoz.