ONU.- EEUU busca el apoyo de los europeos para modificar el borrador de creación del Consejo de Derechos Humanos

Actualizado: jueves, 9 marzo 2006 14:21

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

La diplomática estadounidense Shirin Tahir-Kheli, asesora senior de la secretaria de Estado Condoleezza Rice para la reforma de la ONU, está realizando una mini-gira europea, con escalas en Berlín, Madrid y Londres, como parte de los esfuerzos de la Administración Bush para cambiar la propuesta de creación del nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que Washington considera inaceptable en su forma actual.

Según explicó hoy Tahir-Kheli en rueda de prensa en Madrid, también en la UE "hay cierta frustración" por el hecho de que la propuesta, presentada por el presidente de la Asamblea General de la ONU, Jan Eliasson, prevé que los miembros del nuevo Consejo sean elegidos por mayoría de la Asamblea, y no por dos tercios, como había pedido el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan.

"La Unión Europea está trabajando en cómo mejorar la situación", indicó, y, además, el club europeo "no quiere ver la creación de un Consejo sin (el apoyo de) Estados Unidos".

Tahir-Kheli aseguró que Estados Unidos "no pretende renegociar el borrador línea por línea", sino conseguir dos cosas: elevar a dos tercios de la Asamblea General los votos que necesita un país para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos e imponer criterios de exclusión, por ejemplo, que los países que hayan sido sancionados por el Consejo de Seguridad de la ONU por violación de Derechos Humanos no puedan aspirar a ser miembros.

Ese criterio, precisó, sólo dejaría fuera a dos países, Sudán y Costa de Marfil, de modo que se mostró dispuesta a estudiar otras vías para que países que vulneran los Derechos Humanos no puedan aspirar a ser miembros del Consejo. "El Consejo será juzgado en función de quién se siente en él, y puede caer al mismo nivel de descrédito que la Comisión", explicó, en relación a la actual Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

La diplomática hizo hincapié en que el objetivo de este nuevo Consejo es remplazar a la Comisión, cuya crisis de legitimidad ha reconocido el propio Annan. Países como Sudán o Libia han sido presidentes de la Comisión, y cada año aspiran a ser miembros multitud de países con el objetivo principal de no ser condenados por sus propias acciones.

Eliasson ha pedido a los Estados miembros de la ONU acuerdo antes del 13 de marzo, puesto que la semana que viene está previsto el inicio de la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. De este modo, no está claro si la Comisión se celebrará finalmente y con qué mandato, si con el de traspasar sus poderes al futuro Consejo, o si será una sesión normal.

El nuevo Consejo deberá tener más funciones que la Comisión: reunirse más a menudo, poder alertar de las violaciones de Derechos Humanos de manera precoz y desarrollar funciones de capacitación en países en transición a la democracia. Estados Unidos ha respaldado, dentro de este paquete global, que se dupliquen los fondos para la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, pero subraya que "para desarrollar sus nuevas funciones los países miembros tienen que tener credibilidad".

La asesora de Rice confió en que pueda lograrse un acuerdo sobre el futuro órgano, pero no aventuró si será antes de la semana que viene.

Tahir-Kheli se reunió en Madrid con el director general para Naciones Unidas, Derechos Humanos y Organismos Multilaterales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cooperación, Arturo Laclaustra, y con el director general de Asuntos Políticos, Rafael Dezcallar. Según dijo, los responsables españoles se mostraron receptivos a la posición estadounidense.

Con su visita a España, la asesora de Rice afirmó que Estados Unidos busca "articular un consenso" lo más amplio posible sobre la necesidad de la reforma y sus bases fundamentales. España ha promovido un 'Grupo de Amigos para la Reforma del a ONU' del que forman parte una quincena de países y, además, según recordó Tahir-Kheli, tiene "una relación muy importante con Latinoamérica, que es un socio muy importante en este esfuerzo".

LA UE MANTIENE SU APOYO AL BORRADOR

No obstante, fuentes diplomáticas españolas consultadas por Europa Press señalaron que por el momento la posición del Gobierno español, y de todo el bloque europeo, es la de apoyar el plan presentado por Eliasson como "solución de compromiso", aunque no sea la propuesta perfecta.

La diplomática estadounidense aseguró, por otro lado, que en sus entrevistas con españoles no abordó posibles vías concretas para que Estados Unidos participe en la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, ni de posibles intercambios de visitas entre miembros de ambos gobiernos.

TERRORISMO Y REFORMA ADMINISTRATIVA

Tahir-Kheli quiso subrayar también la importancia que Washington otorga a otros puntos de la reforma, como la adopción de una Convención contra el terrorismo --una estrategia presentada por Annan en Madrid con motivo del primer aniversario del 11-M-- que sigue estancada por la imposibilidad de acordar una definición internacional de terrorismo.

"No puede haber ninguna excepción que justifique los ataques contra civiles. Todo el mundo está de acuerdo en esto, pero la cuestión es cómo plasmarlo en una convención", indicó.

La diplomática sí confió en que antes de junio haya un acuerdo sobre la revisión de los mandatos de la ONU que tienen más de cinco años, y también sobre cómo mejorar la transparencia, responsabilidad y la efectividad de la ONU y su Secretaría.

Según dijo, escándalos como el del programa 'Petróleo por Alimentos' o las acusaciones de abuso contra los cascos azules son sólo "muestras de que algo está yendo mal" y las propuestas presentadas por Annan para mejorar la transparencia son insuficientes, sobre todo en la necesidad de crear una autoridad de supervisión independiente.

Tahir-Kheli recordó por último que la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU no es una prioridad para su Gobierno, pero insistió en que Washington apoya, desde hace décadas, que Japón entre a ser miembro permanente del Consejo de Seguridad, y rechaza una ampliación hasta alrededor de 25 miembros, como ha propuesto el grupo de expertos. En opinión de Estados Unidos, sólo uno o dos miembros más serían suficientes.