O.Próximo.- El BM alerta de que la ayuda a los palestinos no sirve de nada si Israel no permite el movimiento y comercio

Actualizado: jueves, 13 diciembre 2007 12:00

JERUSALÉN, 13 Dic. (EP/AP) -

El Banco Mundial aprobó hoy un plan de reforma en los territorios palestinos que requiere 3.820 millones de euros en ayuda internacional en tres años, pero advirtió de que el dinero no mejorará la situación en Cisjordania y la Franja de Gaza a menos que Israel también facilite el comercio y el movimiento de personas.

Los palestinos planean solicitar esta ayuda durante la Conferencia de Donantes que se celebrará la semana que viene en París. Según el Banco Mundial, el plan aprobado es "un proceso alrededor del cual la Autoridad Palestina, Israel y la comunidad donante pueden unirse".

Sin embargo, si el cierre de Israel continúa, estas grandes sumas de dinero supondrían como mucho un "ciclo descendiente en la crisis y la dependencia", pero, por el contrario, una reducción considerable de las restricciones israelíes y la consiguiente recuperación del sector privado palestino podría conducir a un crecimiento económico de dos dígitos, explica el organismo internacional.

En su opinión, las reformas palestinas por sí solas no cambiarán el deterioro económico en Gaza y Cisjordania. "Deben ir acompañadas de un gran incremento de la ayuda y la relajación del régimen de cierre israelí...", aseguró el Banco Mundial, que añadió que si los donantes aportan la cantidad solicitada pero las restricciones israelíes continúan, la economía palestina seguirá disminuyendo un 2 por ciento cada año.

OPINIÓN ISRAELÍ

Sin embargo, el diputado israelí y ex viceministro de Defensa Ephraim Sneh afirmó que la responsabilidad de un posible fracaso en el crecimiento de la economía palestina no puede buscarse en su país. "Israel debe ayudar en las acciones de los donantes para reconstruir la economía palestina. El asunto del movimiento es importante, pero no se puede responsabilizar del fracaso de esta cuestión", apuntó.

A continuación, Sneh citó a la ciudad cisjordana de Nablús, que fue uno de los bastiones de los milicianos palestinos. Según el Gobierno de Mahmud Abbas, que en los últimos meses ha puesto en marcha un dispositivo para frenar la insurgencia, afirma que se han hecho progresos. Sin embargo, Sneh consideró prematuro eliminar los puestos de control que rodean la ciudad, alegando que ésta es un "laboratorio de terroristas suicidas".

Por su parte, el director del Centro Peres para la Paz, Ron Pundak, señaló que los países donantes deben ser prudentes, y se mostró seguro de que los palestinos cumplirán las reformas prometidas y que Israel reducirá las restricciones. "Por el contrario, si se invierte en una fábrica o en un centro agrario y los bienes no pueden trasladarse de un lugar a otro, es una pérdida de dinero", añadió.