JERUSALÉN 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ejército israelí utilizó a tres civiles como escudos humanos durante la operación que llevó a cabo a finales del pasado mes de febrero en la localidad cisjordana de Nablús, según informó hoy B'Tselem. Concretamente, según testimonios recogidos por esta organización israelí de Derechos Humanos, los soldados utilizaron como escudos humanos a una niña de once años, un adolescente de quince y un hombre de 24 años de edad.
"El uso de escudos humanos constituye un flagrante incumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y está explícita y claramente prohibida por las normas militares israelíes", aseguró en un comunicado la organización, que ha reclamado al fiscal general de Israelí que ordene "inmediatamente" una investigación por parte de la Policía Militar.
La operación militar israelí, denominada 'Invierno caliente', comenzó el pasado 25 de febrero con el propósito, según Israel, de "socavar la infraestructura terrorista" en Nablús, mediante la detención de sospechosos y la destrucción de laboratorios de explosivos.
Durante la operación, el Ejército impuso un toque de queda completo de más de dos días en la Ciudad Vieja (la 'Casbah') de Nablús, donde residen decenas de miles de personas. Un hombre que se había subido al tejado de su casa durante el toque de queda murió por disparos de los soldados, mientras que su hijo resultó herido.
Según los testimonios referidos por B'Tselem, el primer día de la operación, hacia las cinco de la madrugada, los soldados irrumpieron en la vivienda de la familia Amirah, en la Casbah, sacaron a todos sus ocupantes al exterior y los trasladaron a una vivienda cercana, donde se encontraban otros palestinos.
Posteriormente, los militares ordenaron a un miembro de la familia, Amid, de 15 años de edad, que les acompañara durante el rastreo de otras tres casas. Según los testimonios de Amid, los soldados le empujaron con la punta de sus fusiles y le obligaron a entrar en las viviendas delante de ellos, a abrir y desalojar las habitaciones y a abrir las ventanas. En un momento dado, aseguró el joven, un soldado efectuó varios disparos en una habitación.
Otro soldado se llevó al primo de Amid, Samah Amirah, de 24 años, y le obligó a servir de escudo humano en una operación similar. Según B'Tselem, parte de este incidente fue recogido por las cámaras de televisión de Associated Press y emitido por cadenas de televisión israelíes y extranjeras. Samah Amirah fue forzado a entrar en todas las habitaciones de una vivienda, seguido por los soldados. Un militar efectuó ráfagas de disparos en cada uno de los cuartos a medida que se iban inspeccionando.
En la mañana del 28 de febrero, los soldados tomaron el control de la casa de la familia Dadush, también en la Ciudad Vieja, y trasladaron a sus seis miembros a una habitación de la casa. A lo largo del día, los militares interrogaron a todos ellos sobre el paradero de palestinos armados que habían disparado a los soldados durante la operación.
"TEMBLABA DE MIEDO"
Hacia las ocho de la tarde, según B'Tselem, los militares obligaron a la niña Yihan Dadush, de once años, a acompañarles a una casa adyacente a la que ella se había referido durante los interrogatorios. Cuando llegaron a la vivienda, los soldados le obligaron a abrir la puerta y a entrar delante de ellos. Tras registrar el edificio, le permitieron volver a su casa.
En su testimonio a B'Tselem, Yihan dijo que, después de que los soldados la dejaran libre, ella "temblaba de miedo". "Tenía miedo de que me mataran o me metieran en la cárcel. Lo único que yo quería era dormir. Tengo miedo de que los soldados vuelvan y se me lleven", declaró.