MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Basándose en su polémico artículo publicado en la revista 'London Review of Books' en marzo de 2006, los profesores estadounidenses John Mearshheimer y Stephen Walt denuncian en su libro 'El lobby israelí y la política exterior de Estados Unidos' la influencia que ejerce este grupo de presión sobre el Gobierno norteamericano, la cual, en su opinión, ha impedido la creación de un Estado palestino viable y, por lo tanto, la paz en la región de Oriente Próximo.
En una entrevista concedida a Europa Press, los autores aseguraron que no son "para nada optimistas" sobre la próxima conferencia internacional de paz que se celebrará en la ciudad norteamericana de Annapolis (estado de Maryland) porque "el principal problema es que los israelíes no quieren permitir que los palestinos tengan un Estado propio viable".
Esto se debe, según afirmaron, a que para llegar a este Estado, Israel "tendría que abandonar la mayoría de Cisjordania y devolver estos territorios a los palestinos", pero subrayaron que Tel Aviv "no tiene intención alguna de hacer esto y el presidente Bush no está en una posición donde pueda ejercer presión alguna sobre Israel".
Según los autores, la existencia de 'lobbies' "es parte normal de la política americana", por lo que la mayoría de las acciones del 'lobby' israelí son "totalmente legítimas". De hecho, Mearshheimer y Walt no se oponen a la existencia de este grupo de presión proisraelí, pero creen que las políticas que está apoyando "no son buenas ni para Estados Unidos ni para Israel".
Para Mearshheimer, el comportamiento que el 'lobby' israelí lleva a cabo, "y que no es aceptable", es que "ataca a aquellas personas que critican la política israelí o las relaciones entre Washington y Tel Aviv. "Por ejemplo, el año pasado, el 'lobby' atacó al ex presidente (Jimmy) Carter de una forma particularmente agresiva por haber criticado las políticas en los territorios ocupados. Este tipo de comportamiento no es coherente con la tradición política americana", explicó.
COBERTURA MUY SESGADA
Los autores hacen hincapié en su libro en la necesidad de "un debate más abierto en Estados Unidos sobre la naturaleza de esta relación y sus costes y sus beneficios". Según apuntan, una de las razones por las cuales esta relación es "tan unilateral" es que los norteamericanos reciben "una cobertura muy sesgada de Israel". "Cambiar la mentalidad de la gente es la mayor esperanza para mejorar la situación actual y por eso escribimos nuestro libro", añadieron.
A pesar de todo --explican-- en las encuestas de opinión pública, los estadounidenses están a favor de una política diferente, ya que "alrededor de un 75 por ciento de los americanos creen que Estados Unidos debería tener una política más equilibrada hacia los israelíes y los palestinos". Pero la razón por la que esto no ocurre, según aseguran, es el 'lobby' israelí.
Walt indicó a Europa Press que este grupo de presión utiliza dos estrategias para llevar a cabo sus objetivos. En primer lugar, "participa activamente en el proceso político, ayudando a que los políticos proisraelíes lleguen al gobierno y a sacar del gobierno a cualquiera que sea percibido como crítico o que no da suficiente apoyo a Israel", estrategia que se realiza "dirigiendo fondos a candidatos que son percibidos como amigables a la causa".
En segundo lugar, explicó que "los grupos del 'lobby' trabajan para que Israel tenga un tratamiento favorable por parte de los medios de comunicación", escribiendo ellos mismos libros, artículos y editoriales, pero también "ejerciendo presión sobre los medios en cualquier momento en que se emite algo crítico a Israel".
A juicio de los autores, el 'lobby' israelí está a favor de la paz, pero "lo que tanto Israel como el 'lobby' no parecen entender es que la única forma de llegar a la paz es crear un Estado palestino viable, lo que significa poner fin a la construcción de los asentamientos y la retirada de casi todos los territorios de Cisjordania" así como de los Altos del Golán, arrebatados a Siria en la Guerra de los Seis Días de 1967.
GUERRA DE IRAK
Por otro lado, Mearshheimer y Walt también destacan en su libro la influencia del 'lobby' israelí en la política exterior estadounidense hacia Irak, Irán y Siria. En el primer caso, señalan que la idea de invadir Irak y sacar del poder a Sadam Husein se inició con los neoconservadores, que son una parte crítica de este 'lobby', en 1998. "Creo que su objetivo era doble: por un lado, eliminar a un enemigo de Israel y dar comienzo a un proceso de transformación regional que sería bueno para Israel y Estados Unidos", apuntó Walt.
Como resultado, Oriente Próximo se convertiría en un marco de democracias proamericanas que serían amigables a Israel. Por supuesto, esto era una tontería, como se ha visto ahora", añadió.
Mearshheimer remarcó que Washington da a Israel una "ayuda impresionante, tanto material como diplomática, y se la da sin condición alguna", por lo que opinó que la Administración estadounidense "debería acabar con esta relación especial y tratar a Israel como si fuera un país normal". Así, subrayó que, "con la relación actual, es imposible que Estados Unidos diga a Israel que sus políticas no tienen sentido; si tuviéramos una relación normal, podríamos ser más francos con Israel".
LÍDERES POLÍTICOS
Para los autores, la situación en Oriente Próximo no ha experimentado ninguna mejoría desde que Ehud Olmert fue nombrado primer ministro israelí para sustituir a Ariel Sharon en enero de 2006, porque, a su juicio, éste era "el tipo de político que quizá hubiera podido hacer ciertas concesiones si hubiera decidido seguir por ese camino" y aunque Olmert quisiera acercarse a un Estado palestino viable, "no podría porque es un líder mucho más débil".
Por último, se mostraron pesimistas con el futuro de la situación con vistas a las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre del año que viene porque el 'lobby' es tan poderoso que "ningún demócrata o republicano va a plantear un reto a esta relación especial" entre los dos países.
De hecho, explicaron que durante la campaña de los candidatos para las primarias de ambos partidos, tanto unos como otros "están esforzándose en demostrar su gran compromiso hacia Israel y dejando clarísimo que nunca van a criticar a Israel o van a considerar seriamente alterar la relación".