O.Próximo.- Hezbollah critica que la elección del presidente ha sido aplazada a la espera de los resultados de Annapolis

Actualizado: martes, 27 noviembre 2007 2:28

BEIRUT, 27 Nov. (EP/AP) -

El Gobierno libanés y la oposición volvieron a manifestar hoy posiciones encontradas, esta vez a propósito de la conferencia de paz para Oriente Próximo de Annapolis, Maryland (Estados Unidos).

Líbano ha caído en una peligrosa situación de vacío de poder después de que Emile Lahoud abandonara la presidencia del país el viernes, al expirar su cargo, y de que el Parlamento fracasara en encontrar un candidato para ocupar la jefatura del Estado que contara con el beneplácito del primer ministro del país, Fuad Siniora, y la oposición liderada por Hezbollah.

Ayer, un diputado de Hezbollah, Nawar al Saheli, denunció que los esfuerzos para la elección de un nuevo presidente se han paralizado hasta que finalice la cumbre de Annapolis y acusó a la coalición gobernante de vincular las elecciones presidenciales con dicha conferencia. "Están esperando las órdenes de Estados Unidos para hacer el próximo movimiento", dijo Saheli.

También opinó que el Gobierno anti sirio de coalición está esperando "cualquier logro posible de la conferencia de Annapolis" para reforzar su posición en las negociaciones sobre las elecciones presidenciales.

El ministro de Telecomunicaciones, Marwan Hamadeh, respondió a estas acusaciones subrayando que "la conferencia de Annapolis no tiene nada que ver con las elecciones presidenciales".

La crisis política libanesa es una batalla entre el Gobierno, respaldado por estados Unidos, la Unión Europea y el sector árabe moderado, y la oposición, que cuenta con Siria e Irán como aliados.

Existe el temor, entre la mayoría anti siria, y la esperanza, en la oposición, de que Siria pueda ganar peso durante la conferencia de Annapolis si trabaja con Estados Unidos para la consecución de un acuerdo de paz para Oriente Próximo, lo que alteraría la ecuación de la política libanesa.

La presencia libanesa en la cumbre de Annapolis no deja de provocar divisiones. El Gobierno ha enviado al ministro de Exteriores en funciones, Tarek Mitri, para representar al país, siguiendo la decisión colectiva árabe de participar.

El presidente del Parlamento, Nabih Berr, en las filas de la oposición, ha rechazado la participación de Líbano en la conferencia, advirtiendo de las serias repercusiones que tendrá la conferencia sobre el país, sin especificar cuáles.

Hezbollah, que se opone rotundamente a elaborar una paz con Israel, se ha referido a la cumbre de Annapolis como "una conspiración" y "un paso hacia la liquidación de la causa palestina".