MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Francia y Alemania, Sergei Lavrov, Bernard Kouchner y Frank-Walter Steinmeier, se desplazarán esta semana a Madrid para asistir a la reunión ministerial anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que preside este año España, informaron a Europa Press fuentes diplomáticas.
Turquía también enviará al Consejo Ministerial a su jefe de la diplomacia, Ali Babacan, mientras que Estados Unidos, miembro también de este organismo de seguridad, enviará al vicesecretario de Estado para Asuntos Políticos, Nicholas Burns.
Reino Unido prevé encabezar su delegación con el ministro de Estado británico para Europa, Jean Murphy, mientras que Italia estará representada por su subsecretario de Exteriores, Famiano Crucianelli.
La OSCE, creada tras la Guerra Fría para acercar a Occidente a los países de la antigua Unión Soviética, no celebra una cumbre de jefes de Estado y/o de Gobierno desde 1999. Desde entonces, en lugar de la cumbre se celebra el Consejo Ministerial a finales de cada año, que reúne a los ministros de Exteriores de los Estados miembros.
España aspira en la cita de este año, los próximos jueves y viernes, a aprobar un documento final consensuado --la OSCE adopta todas las decisiones por consenso--, algo que no sucede desde la presidencia portuguesa de 2002.
Entre otros asuntos, los ministros deberán pronunciarse sobre la candidatura de Kazajistán a asumir la presidencia de la OSCE en 2009 o en algún año posterior, algo a lo que es favorable España.
Previsiblemente saldrá en los debates la decisión de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de OSCE de no enviar observadores a las elecciones parlamentarias del próximo 2 de diciembre en Rusia, después de que Moscú invitara sólo a 70 observadores de la Oficina, lo que provocó el malestar de ésta.
La presidencia española de la OSCE se marcó como prioridades la lucha contra el terrorismo, la gestión eficaz del agua y la defensa de la tolerancia, así como la atención a posibles soluciones a los conflictos separatistas 'congelados' de Osetia del Sur (Georgia), Transnistria (Moldavia) y Nagorno-Karabaj, que enfrenta a Armenia y Azerbaiyán, y en los que no se han producido grandes avances.
