Pakistán.- Los combates entre suníes y chiíes en el noroeste de Pakistán causan 49 muertos y 115 heridos en una semana

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 12 abril 2007 11:39

PESHAWAR (PAKISTÁN), 12 (EP/AP)

Al menos 49 personas murieron y 115 resultaron heridas como consecuencia de los enfrentamientos armados entre suníes y chiíes que estallaron hace casi una semana en la región de Kurram, en el noroeste de Pakistán, según informaron fuentes oficiales.

Los combates continuaron hoy en varias aldeas próximas a Parachinar, donde estallaron el pasado viernes los enfrentamientos religiosos, según el secretario para la Ley y el Orden de las regiones tribales autónomas de Pakistán, Arbab Mohamed Arif Jan, quien fue quien informó del balance de 49 muertos y 115 heridos.

Algunas fuentes han indicado que la cifra de muertos podría ser incluso mayor. Un parlamentario por Parachinar, Javed Hussain, declaró a Associated Press que, según fuentes locales, el balance podría superar el centenar de muertos y los 150 heridos. De momento no ha sido posible conciliar las dos versiones, ya que la inseguridad en la zona, fronteriza con Afganistán, impide la llegada de periodistas.

El Gobierno, duramente criticado por su incapacidad para impedir los enfrentamientos religiosos, está enviando a las fuerzas de seguridad a la zona, sesgún Jan. También se ha trasladado a la zona una delegación de ancianos tribales formada por 40 personas para intentar negociar un acuerdo de paz.

Parachinar, una localidad muy golpeada desde hace tiempo por los enfrentamientos religiosos, se mantiene hoy en calma relativa bajo un toque de queda, según el responsable regional.

Los enfrentamientos comenzaron hace una semana, cuando un grupo armado no identificado empezó a disparar contra varios chiíes cerca de su mezquita en Parachinar, después de varios días de tensión causada por la manifestación organizada por los suníes para conmemorar el aniversario del nacimiento del Profeta Mahoma.

El 80 por ciento de los paquistaníes son suníes y la inmensa mayoría del resto de la población es chií. Aunque las dos comunidades suelen convivir en paz, los sectores más radicales de ambas suelen cometer ataques contra los seguidores de la otra confesión.

En Kurram, una región tribal apenas controlada por el Estado, las armas son fácilmente disponibles y los miembros de las dos confesiones suelen estar fuertemente armados.

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