Papandreou manifiesta su consternación por las muertes

Actualizado: miércoles, 5 mayo 2010 21:36


ATENAS, 5 May. (Reuters/EP) -

El primer ministro griego, George Papandreou, manifestó este miércoles su consternación por la muerte de tres personas en las multitudinarias protestas en Atenas contra el plan de austeridad adoptado por su gobierno.

"Estamos profundamente consternados por la injusta muerte de esas tres personas, nuestros compatriotas, que fueron víctimas de un acto homicida", dijo Papandreou durante una intervención en el Parlamento, donde se celebraba un debate sobre el plan, en la que prometió llevar a los responsables ante la Justicia.

También defendió las medidas con las que se espera ahorrar al Estado 30.000 millones de euros, sobretodo mediante el recorte de los salarios públicos y las pensiones, y dijo que el Gobierno no abandonará su lucha para salvar al país de la ruina. "Tomamos esas decisiones para salvar al país", aseguró. "La alternativa sería la bancarrota", añadió.

Según las autoridades, tres empleados del banco Marfin, dos hombres y una mujer, murieron asfixiados después de que un grupo de manifestantes violentos lanzaran cócteles molotov contra un edificio comercial de dos plantas que albergaba una sucursal de la entidad.

El principal sindicato del sector público griego, ADEDY, denunció la violencia y dijo que convocará nuevos paros la semana que viene. "Esas acciones no tienen nada que ver con nuestro movimiento y están dañando nuestra lucha", dijo el subsecretario general del sindicato, Ilias Vrettakos. "Seguiremos nuestra lucha. Mañana por la mañana nos reuniremos para anunciar una huelga para principios de la semana próxima", avanzó.

"La gran participación en la huelga de este miércoles y la multitud que ha inundado las calles de Atenas (...) envían un mensaje al Gobierno: No dejaremos pasar las medidas de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional", señaló.

Según las estimaciones de la Policía, unas 30.000 personas participaron en la manifestación de este miércoles, si bien los testigos hablan de al menos 50.000, lo que convierte a la de este miércoles en la mayor protesta, desde que Papandreou llegó al poder el pasado octubre y comenzó a introducir medidas de austeridad, secundada por el sector público y el privado.

Cientos de jóvenes anarquistas encapuchados salieron a las calles, rompiendo los escaparates de tiendas y arrancando placas de mármol de los edificios para lanzárselas a la Policía, que respondió con rondas de gas lacrimógeno. Aunque fueron estos jóvenes los que protagonizaron los disturbios más violentos, otros manifestantes se les unieron y lanzaron a los agentes botellas, además de intentar irrumpir en el Parlamento.

La Guardia Presidencial, que normalmente permanece inmóvil delante del Parlamento, tuvo que abandonar sus puestos durante el momento álgido de los enfrentamientos.

Algunos de los manifestantes se habían dispersado a media tarde, pero otros muchos seguían en las calles de la capital, en las que además hay numerosos contenedores de basuras ardiendo.

Los sucesos de este miércoles suponen un duro revés para Papandreou y sus planes de recorte tras el compromiso alcanzado con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un paquete de ayuda de 110.000 millones de euros. Esta ayuda busca calmar los mercados y dar al Gobierno tiempo para mejorar la economía, que se ha visto lastrada por la corrupción, además de combatir el galopante déficit que asciende ya al 13,6%.

La oposición conservadora ha prometido votar en contra de la ley, lo que aleja la perspectiva de un consenso nacional al respecto. No obstante, el Gobierno goza de una amplia mayoría y prevé sacar adelante el plan en el Parlamento esta misma semana.