El Parlamento de Kirguistán nombra a un nuevo primer ministro para evitar una crisis política

BISHKEK 3 Abr. (Reuters/EP) -

El Parlamento de Kirguistán ha aprobado, por amplia mayoría, el nombramiento como primer ministro del reformista Joomart Otorbayev, lo que ha evitado una crisis política en un país que ha derrocado a dos líderes políticos en la última década.

El Ejecutivo anterior, encabezado por Zhantoro Satibaldiyev, dimitió el pasado 18 de marzo después de que se rompiese la coalición gobernante por disputas ante un caso de corrupción.

Otorbayev, viceprimer ministro en el Gobierno anterior, ha sido propuesto por los tres grupos políticos que respaldaron a Satibaldiyev, que se han reunido para evitar futuras tensiones en el país, donde las revueltas violentas han provocado la caída de dos presidentes desde 2005.

"Nuestro objetivo común es el desarrollo de Kirguistán y juntos lo conseguiremos", ha declarado Otorbayev después de la votación, en donde ha sido nombrado primer ministro al obtener 103 votos a favor y siete en contra.

La votación unánime es poco habitual en Kirguistán, país que se esfuerza por construir un sistema parlamentario sólido en una región donde los autócratas de la era post soviética han ninguneado la labor del Parlamento.

El cargo de primer ministro está dotado de grandes poderes ejecutivos. Aun así, el presidente de Kirguistán, Almazbek Atambayev, ha tenido que aceptar la dimisión de Gobierno anterior tras la ruptura de la coalición que lo mantenía.

El escándalo de corrupción ha salido a la luz después de que el partido Ata Meken, socialista, abandonase la coalición gobernante como protesta por el presunto abuso de poder y malversación de fondos públicos y ayuda internacional cometido por Satibadiyev cuando se encontraba a cargo de la reconstrucción de Osh, ciudad que quedó dañada después de los enfrentamientos étnicos de 2010 en el sur del país.

PAÍS RICO EN RESERVAS DE ORO

Otorbayev, doctorado en ciencias físico-matemáticas, ocupó el cargo de viceprimer ministro después de la destitución de Askar Akayev en 2005. También ha trabajado como consejero del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.

El nuevo primer ministro se enfrenta a la dura tarea de reducir la pobreza y acelerar el crecimiento económico en un país de 5,5 millones de habitantes y con una renta per cápita de 1.300 dólares (950 euros), una décima parte que la de Kazajistán, país vecino de Kirguistán y rico en petróleo.

Un millón de kirguises han emigrado, principalmente a Rusia, y envían cada año divisas por valor de dos millones de dólares (1,45 millones de euros), lo que supone un 30 por ciento del Producto Interior Bruto del país.

Otorbayev tendrá que continuar las difíciles negociaciones con la empresa minera Canterra Gold, de Canadá, para alcanzar un acuerdo de cara a la explotación de Kumtor, la mayor mina de oro de Kuirguistán.

La mina, que se encuentra en las montañas Tuen Shan, cerca de la frontera con China, ha aportado el 7,7 por ciento de la producción económica nacional, el 24 por ciento de la producción industrial y el 36,5 por ciento de las exportaciones del país asiático durante el año pasado. La oposición ha protagonizado violentas protestas en las que ha reclamado que la explotación sea nacionalizada.

Kirguistán, de mayoría musulmana, es una de las principales rutas por las que pasa la droga procedente de Afganistán y alberga una base aérea rusa. Estados Unidos instaló una base similar en 2001, aunque está planeado que los últimos militares norteamericanos abandonen la instalación el próximo julio.