El periodista japonés secuestrado en Siria pide disculpas y asegura que vivió 40 meses de "infierno"

Jumpei Yasuda, el periodista japonés secuestrado en Siria más de 40 meses
REUTERS / ISSEI KATO
Actualizado: viernes, 2 noviembre 2018 13:15

Relata que llegó a pedir a sus captores que le dejaran sordo y que se convirtió al islam para que le dejaran moverse en más ocasiones

TOKIO, 2 Nov. (Reuters/EP) -

Jumpei Yasuda, el periodista japonés que pasó más de tres años secuestrado en Siria por milicianos de un grupo terrorista, ha asegurado este viernes que vivió un "infierno" psicológico y físico y ha pedido disculpas a quienes se han preocupado por su situación y a aquellos que han trabajado para lograr su liberación.

En una comparecencia ante la prensa en el Club Nacional de Prensa de Japón, en Tokio, este periodista freelance curtido en la cobertura de conflictos en Oriente Próximo ha dicho que su secuestro ha supuesto uno de los momentos más oscuros de su vida y ha revelado que llegó a pedir a sus captores que le dejaran sordo si les preocupaba que pudiera escuchar sus conversaciones.

"Les dije que me reventaran los tímpanos y me destruyeran los oídos si no querían que les escuchara tanto", ha afirmado el reportero japonés, en su primera comparecencia pública desde su regreso a Japón el 25 de octubre.

Vestido con traje negro y corbata azul y luciendo una barba más recortada, Yasuda se ha inclinado ante la prensa como muestra de agradecimiento y respeto, antes de pasar a responder las preguntas de sus colegas de profesión. El periodista ha subrayado que es completamente responsable por sus acciones.

"Me gustaría ofrecer mis disculpas y expresar mi gratitud a aquellos que han trabajado por mi liberación y a aquellos que han estado preocupados por mí", ha dicho con voz seria. "Siento que mi conducta haya llevado al Gobierno japonés a implicarse en este tema", ha asegurado.

Yasuda fue secuestrado casi de forma inmediata tras entrar a pie en Siria desde Turquía en junio de 2015 y fue trasladado de un lugar a otro de forma rutinaria durante más de 40 meses de cautiverio. En uno de los lugares en los que estuvo secuestrado no debía hacer ningún ruido, ni siquiera el ruido de una respiración fuerte o el de crujir sus nudillos, por lo que apenas podía moverse.

"En su lógica que yo hiciera ruido conllevaba que me movía para escuchar a escondidas que estaba pasando. Por eso, cada vez que yo hacía un ruido, empezaban a hacer cosas como las torturas (a otros rehenes) o apagar las luces", ha explicado.

Llegó a pasar 20 días sin comer para evitar moverse, lo que le dejó muy debilitado. Posteriormente, decidió convertirse al islam para que le dejaran moverse con más libertad. "Como musulmán debes rezar cinco veces al día. Como solo me dejaban moverme dos veces al día durante la hora de la comida, la conversión al islam significaba cinco oportunidades más para moverme", ha señalado.

Yasuda ya había sido secuestrado anteriormente cuando trabajaba en Irak, en el año 2004, y entonces fue criticado por haber provocado que el Gobierno tuviera que negociar su liberación. La última liberación, que ha llenado las portadas de los principales diarios nipones, ha reavivado el debate sobre los reporteros de guerra, que algunos consideran como unos irresponsables mientras que otros creen que deben cubrir los conflictos para conocer la verdad.

"Mi propia conducta causó problemas al Gobierno japonés y también a otras muchas personas. Es normal que me critiquen", ha admitido. Sin embargo, ha dejado claro su defensa de la necesidad de informar sobre el terreno en guerras y conflictos.

"Los países matan a personas en las guerras. La información es absolutamente necesaria para que las personas decidan si una acción así es aceptable", ha argumentado. "La información a este respecto no debe proceder solo de los países implicados sino de una tercera parte también", ha añadido.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, agradeció a Qatar y a Turquía la cooperación brindada para lograr traer a casa a Yasuda aunque el Gobierno nipón mantiene que no se ha pagado ningún rescate.

Los medios japoneses han informado de que Yasuda estuvo secuestrado por el Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria, pero Yasuda ha afirmado que desconoce la identidad de sus captores y que tampoco sabe quién ha logrado su liberación.

Preguntado sobre si plantea volver a dedicarse a la cobertura de guerras, Yasuda ha dicho que todavía no lo sabe. "Creo que sería bueno para mis padres, por lo que podría ser más precavido en la forma en que realizo mi trabajo informativo a partir de ahora", ha concluido.

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