COPENHAGUE, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La policía de Copenhague se prepara hoy para nuevos brotes de violencia, tras dos noches de disturbios callejeros y enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y agentes, que dejaron varias calles cubiertas de cristales rotos y numerosos vehículos incendiados.
El sábado por la mañana, mientras se disipaba el humo y el gas lacrimógeno, la Policía informó que 188 personas fueron detenidas, hubo destrozos en una escuela y varios edificios fueron dañados por los incendios.
Aunque no hubo informes de heridos graves, la Policía informó que se trata de los peores hechos de violencia callejera en una década. "En los últimos 10 años no hemos tenido disturbios como los vistos en los últimos dos días", dijo el portavoz policial Flemming Steen Munch.
La violencia comenzó el jueves, después de que el escuadrón antiterrorismo de la Policía desalojara a las personas que habían tomado como lugar de residencia un edificio céntrico, el cual ha sido durante años un centro cultural concurrido por anarquistas y grupos de izquierda.
Activistas de Suecia, Noruega y Alemania se unieron a cientos de jóvenes daneses. Lanzaron piedras a la policía antidisturbios e incendiaron varios vehículos. Más de 200 personas fueron detenidas en la primera noche de violencia, y hubo 25 heridos, según la Policía.
La violencia estalló de nuevo después de la medianoche del sábado, cuando los manifestantes se concentraron cerca del inmueble en Copenhague. Los manifestantes se enfrentaron con la Policía y levantaron barricadas, que incendiaron después junto con cuatro automóviles.
