ANKARA 12 Mar. (Reuters/EP) -
La Policía turca ha recurrido al uso de gas lacrimógeno y de los cañones de agua para dispersar una protesta que se celebraba este miércoles en la plaza de Kizilay, en Ankara, por la muerte de un joven que se encontraba en coma desde junio de 2013 tras recibir el impacto en la cabeza de un bote de gases lacrimógenos durante las protestas de Gezi cuando sólo tenía 14 años.
Mientras, decenas de miles personas han acudido al funeral, celebrado en Estambul, del joven Berkin Elvan, que el pasado mes de enero había cumplido 15 años.
Elvan, que se ha convertido en el octavo fallecido en el marco de las protestas, resultó herido cuando iba a comprar pan en el barrio de Okmeydani y se convirtió en un símbolo de las denuncias de la oposición contra la brutalidad de las fuerzas de seguridad durante la represión de las manifestaciones.
El martes ya se habían concentrado decenas de personas frente al hospital en el que permaneció ingresado Elvan durante su convalecencia para mostrar su solidaridad a la familia, según ha informado el diario turco 'Hurriyet', donde la Policía volvió a utilizar gases lacrimógenos contra los presentes, hiriendo a dos personas.
Uno de los heridos es un hombre que había acudido al centro médico a visitar a su mujer hospitalizada y que ha recibido el impacto en la cabeza de un bote de gases lacrimógenos. El otro herido es un niño que ha sido alcanzado por otro de dichos botes.
La parlamentaria del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) Melda Onur, que estaba participando en la vigilia, denunció que la Policía había "usado una vez más una fuerza desproporcionada" y detalló que los gases lacrimógenos habían afectado hasta el interior del hospital.