BRUSELAS, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha abogado este martes por imponer la "sensatez europea" a la "miopía nacional" para defender un proyecto común "complejo, pero que merece la pena" y que necesita ser cuidado y mejorado para evitar que caiga en manos de los "enemigos" de Europa.
En una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia), Steinmeier ha considerado un "error" haber asumido que la integración europea era "irreversible", porque crisis como la del 'Brexit' han demostrado que la Unión Europea "no es una certeza".
"Europa nunca fue coser y cantar, Europa es un proyecto complicado y exigente que requiere esfuerzo, pero un esfuerzo que merece la pena", ha proclamado ante un Hemiciclo que ha cerrado su intervención con una ovación.
"Es un legado valioso que no podemos dejar en manos de los enemigos de Europa, hay que conservar, cuidar y mejorar el proyecto, es nuestra misión histórica", ha añadido.
Steinmeier ha dicho también que ha elegido dar su primer discurso como presidente de Alemania fuera de su país en el Parlamento Europeo para demostrar el compromiso germano con la UE.
El mandatario alemán ha insistido en la necesidad de redoblar esfuerzos para fortalecer la Unión y defender los logros en materia de bienestar, cooperación y paz que ha supuesto la UE para los ciudadanos.
Con todo, ha avisado de que es necesario imponer la "sensatez europea" a la "miopía nacional" para asegurar que el proyecto prevalece a largo plazo. "Es un error decir que en este mundo un país europeo puede hacer oír su voz e imponer mejor sus intereses económicos en solitario y sin la UE", ha zanjado.
Steinmeier ha mostrado, además, un sentimiento "amargo" por la decisión de Reino Unido de abandonar el club comunitario, al tiempo que ha proclamado que en su país es mayoritario el sentimiento a favor de un "futuro común".
A su juicio, no hay que "maquillar los problemas" ni temer las críticas a la Unión Europea, sino ser conscientes de que se trata de un camino "exigente e inacabado".
Además ha instado a sus socios a no "eludir la responsabilidad" pasándole a Bruselas las consecuencias de las decisiones políticas, sino que ha pedido actuar "conjuntamente" y ser motor de cambio, en lugar de "sufrir pasivamente" las consecuencias de los cambios.
