ESTRASBURGO (FRANCIA), 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, ha reconocido este martes ante el pleno de la Eurocámara que Kidal "no está totalmente bajo el control del Gobierno de Malí" una situación que debe "cesar" y ha reclamado a la Unión Europea "implicarse con determinación" para lograr "que los grupos armados se desarmen sin dilación" en el país.
Keita ha reclamado también que la misión de apoyo internacional a Malí, que encabezan las fuerzas africanas, sea "más operativa" ante los desafíos en el país para garantizar a largo plazo la estabilidad, la paz y la seguridad al tiempo que ha prometido promover "una acción coordinada" con el resto de países en la zona.
El mandatario maliense ha defendido su objetivo de forjar "un consenso nacional robusto" a favor del proyecto de descentralización en el país y un "plan de desarrollo acelerado de las regiones del norte" a fin de "corregir los errores en materia de desarrollo de la parte septentrional" y ha avanzado que en las próximas semanas promoverán los foros de diálogo regionales y locales, prometiendo que "la palabra de los malienses guiará la acción gubernamental".
Keita ha insistido en el objetivo de su Gobierno de poner en marcha "una política de reconciliación nacional como eje estratégico de la refundación de un nuevo Estado" y ha explicado que ha dado instrucciones para crear una Comisión de Diálogo, Verdad y Reconciliación con mandato para "investigar" el "conjunto de crímenes cometidos en el norte de Malí" a fin de realizar "una cartografía de las graves violaciones de Derechos Humanos" y preparar la vuelta de los desplazados y refugiados y también tratará "la cuestión tuareg" para que haya "reconocimiento de los errores cometidos en el pasado" y evitar "una tragedia parecida a la del año 2012".
El presidente maliense ha insistido en la necesidad de proceder a la "inserción de los antiguos combatientes" tras asegurar que el país "ha logrado prácticamente la vuelta a una vida constitucional normal" después de las elecciones presidenciales de julio y las elecciones legislativas posteriores y ha augurado que Malí "con el apoyo de la comunidad internacional saldrá más fuerte" y "constituirá un modelo de resistencia" en el futuro.
El mandatario ha reclamado a los europeos "acelerar el desembolso" de la ayuda y relanzar proyectos de desarrollo y ha prometido que habrá "rendición de cuentas" para "cada céntimo" de la ayuda prometida para Malí.
"Estamos en la urgencia más absoluta", ha justificado el mandatario, que ha admitido algunos desembolsos "difíciles". "La voluntad de Europa es ayudar concretamente y rápido" al país, ha recalcado.
"Contamos con vosotros", ha insistido, subrayando que entrarán "los mecanismos más idóneos para garantizar una transparencia y un eficacia" para la ayuda internacional, que además "es una exigencia fundamental de nuestro pueblo".
"Queremos construir un Estado de Derecho en el que nadie ya nunca más estará por encima de la ley", ha subrayado. "Tenemos que fundar un nuevo Estado, un nuevo contrato social que restablezca los vínculos entre malienses y el Estado. Sobre todo, tenemos que reconciliar los malienses entre ellos", ha concluido, insistiendo en todo caso en que el pueblo maliense "tiene sed de justicia" y de "una nueva gobernanza democrática" fundada en "la integridad de aquellos al mando del Estado".
En rueda de prensa posterior, el presidente de Malí ha agradecido el apoyo de Francia y de la UE para contribuir a superar la crisis en el país y evitar la toma de control de gran parte del país a grupos yihadistas al tiempo que ha insistido en que "hace falta que las interferencias diversas en la región de Kidal cesen".