El primer ministro etíope rechaza las acusaciones de fraude electoral y espera conseguir la victoria

Actualizado: lunes, 24 mayo 2010 13:54


ADDIS ABEBA, 24 May. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, rechazó este lunes las acusaciones de fraude de la oposición en las elecciones nacionales celebradas ayer y manifestó su esperanza de ganar por la fortaleza de su programa económico.

Por otro lado, el observador jefe de la Unión Europea (UE), Thijs Berman, señaló que los votantes había asistido a votar en masa y, a pesar de las acusaciones de irregularidades que debían ser estudiadas, la votación parlamentaria fue "pacífica y en calma".

En 2005 se desataron disturbios en la capital, Addis Abeba, cuando el gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF, por sus siglas en inglés) fue declarado ganador. Las fuerzas de seguridad mataron a 193 manifestantes y siete policías murieron en unos incidentes que mancharon la reputación de uno de los mayores receptores de ayuda internacional del mundo.

Un líder de la mayor coalición opositora, Medrek, Gizachew Shiferaw, exigió ayer una condena por parte de los funcionarios electorales tras denunciar en la televisión estatal que la votación no había sido democrática.

Por su parte, Meles indicó que, una vez que las personas estaban en la habitación dedicada a la votación, se podía votar con tranquilidad y que la intimidación no afectaría el resultado. "Imagine un gobierno que ha entregado tasas de crecimiento de dos dígitos por más de siete años perdiendo una elección. Es insólito que tal fenómeno ocurra", declaró a Reuters.

El EPRDF dice que desde las elecciones celebradas hace cinco años ha ganado popularidad durante un período de sostenido crecimiento económico, mediante la construcción de caminos, presas hidroeléctricas y llevando electricidad a las aldeas en un país donde casi el diez por ciento de la población dependía el año pasado de la asistencia humanitaria.

Meles se convirtió en presidente de Etiopía en 1991, cuando un grupo rebelde liderado por él derrocó a un Gobierno comunista que mató a cientos de miles de etíopes durante los 17 años que estuvo en el poder. Su mayor desafío proviene de una coalición de ochenta partidos, conocida como Medrek, unida por su deseo de sacar del poder a Meles y ha presentado pocas políticas reales.

Medrek presentó 421 candidatos para el parlamento federal de 547 miembros, a diferencia de los 521 que postulan por el EPRDF, pero suficientes para formar una clara mayoría si la elección da unos resultados inesperados. Los otros grandes partidos opositores, la Organización Etíope por la Unidad y el Partido Democrático Etíope, presentaron 350 y 250 candidatos, respectivamente.

Fuera de la capital, las dos partes dicen que han sufrido asesinatos motivados por temas políticos. Diplomáticos y personal de algunas organizaciones de caridad extranjeras tenían prohibido dejar la capital sin el permiso de las autoridades hasta después de las elecciones.

El líder de 55 años, quien ha representado a Africa en reuniones internacionales, fue colocado en un pedestal por Occidente en 1991. El entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton lo llamó uno de los líderes de "una nueva generación" que llevarían la democracia al continente.

Pero Meles es cada vez más criticado por los grupos de Derechos Humanos, que le acusan de haberse convertido en un líder más autocrático y que toma duras medidas contra la disidencia en este país que cuenta con al menos 80 millones de habitantes.