ENNISKILLEN (IRLANDA DEL NORTE), 18 (Reuters/EP)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha desmentido este martes que se haya sentido aislado en la cumbre del G-8 por su postura sobre Siria y ha vuelto a defender su colaboración con el régimen de Bashar al Assad, al tiempo que ha alertado del riesgo de enviar armas a los combatientes opositores.
Putin ha comparecido al término del encuentro para restar importancia a las diferencias evidenciadas con sus interlocutores en relación a la guerra en Siria. El mandatario ruso ha vuelto a criticar la posibilidad, barajada entre otros por Reino Unido y Estados Unidos, de armar a la oposición. Para Putin, este tipo de armas pueden terminar en manos terroristas y siendo utilizadas para cometer atentados en suelo europeo.
En cambio, ha defendido los acuerdos entre Moscú y Damasco, gracias a los cuales el régimen de Al Assad recibe equipos militares. Putin ha insistido en que se trata de contratos ya firmados, si bien no ha descartado en su comparecencia que las dos partes puedan llegar a otros acuerdos en el futuro.
Respecto al uso de armas químicas en Siria, Putin ha apuntado que otros líderes del G-8, y no sólo él, también han expresado sus dudas sobre la posibilidad de que el Gobierno de Al Assad haya utilizado armas químicas.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha reconocido que el resultado de la cumbre, en relación al tema sirio, ha sido "mucho mejor" de lo que esperaba.
Harper ha achacado este optimismo a los gestos de Rusia y, en particular, a que haya reclamado junto al resto de países el fin de los combates. "Creo que es un cambio muy significativo por parte de Putin y los rusos", ha añadido.
Rusia se ha convertido en el único aliado que le queda a Al Assad entre las principales potencias, tal como ha quedado plasmado durante estos dos días de cumbre en Irlanda del Norte.
El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, ha reconocido que su delegación ha bloqueado una mención expresa al futuro del presidente sirio en el comunicado final del encuentro. Los esfuerzos de Moscú se concentran por el momento en la celebración de la cumbre de paz de Ginebra.
Estados Unidos y Rusia acordaron en mayo la celebración de dicho foro, heredero del que tuvo lugar en Ginebra a mediados del año pasado. Inicialmente se especuló con que las negociaciones durarían semanas y su celebración sería inminente, pero fuentes consultadas por Reuters han advertido de que, previsiblemente, la reunión no se producirá antes de agosto.