Al Qaeda en Irak modera su control sobre la sociedad iraquí para evitar levantamientos populares

Actualizado: domingo, 10 febrero 2008 12:55


NUEVA YORK, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

El grupo Al Qaeda en Irak ha ordenado a sus seguidores que eviten la muerte de civiles y suavicen su influencia social en el país, con el objetivo de recuperar el apoyo popular en la provincia occidental de Anbar, donde las tribus suníes que residen allí se han rebelado contra la organización y han comenzado a prestar apoyo a las autoridades locales y a las fuerzas estadounidenses, según informaron líderes de la célula iraquí de la red terrorista internacional, así como altos cargos de la inteligencia estadounidense al diario 'The Washington Post'.

Esta nueva estrategia fue impuesta el mes pasado a través de un comunicado interno que ordena a los miembros del grupo a evitar las muertes de aquellos civiles suníes que no simpatizan ni con los grupos tribales respaldados por Estados Unidos, ni con el Gobierno iraquí.

El grupo pretende cambiar así la imagen radical que ha presentado a la comunidad internacional a lo largo de su presencia en Irak, donde su severa aplicación de la ley islámica --'la Sharia'-- se ha ganado la animadversión de muchos de sus antiguos partidarios. Además, desde el pasado año, Al Qaeda en Irak ha sido expulsada de muchos de sus antiguos bastiones en el país, y la cúpula del grupo desea ahora reenfocar sus ataques exclusivamente sobre las tropas americanas, los suníes que cooperan con ellos y las infraestructuras iraquíes.

"Dedícate sólo a luchar contra el verdadero enemigo para evitar que se abran nuevos frentes contra los suníes", rezaba el comunicado emitido el pasado 13 de enero por el líder de Al Qaeda en Irak, Abú Ayub Al Masri (nombre de guerra del egipcio Abú Hamza Al Muhajer). "No cierres la puerta del arrepentimiento en la cara de aquellos que se han vuelto contra nosotros", añadió el mensaje, colgado en las mezquitas de Anbar y frecuentadas por los seguidores del grupo.

La orden de Al Masri, no obstante, no decreta el final de los ataques contra los chiíes, considerados "herejes" por Al Qaeda en Irak, y sin que haya quedado claro si estas nuevas directrices en Anbar se verían aplicadas en otras regiones de Irak donde la célula terrorista tiene más presencia.

Según la inteligencia estadounidense, el comunicado responde al estilo de Al Masri, que asumió el mando de la organización a la muerte de su predecesor, Abú Musaf al Zarqaui, durante un ataque aéreo en junio de 2006. "Al Zarqaui ejecutó demasiados asesinatos indiscriminados, si importar cuándo, dónde, por qué o cómo", afirmó un analista militar anónimo. "Masri es, por contra, mucho más selectivo con sus blancos, e intenta distanciarse de las muertes indiscriminadas que al final han terminado poniendo el ojo morado a Al Qaeda en Irak".

El Ejército estadounidense asegura haber destruido gran parte de la capacidad ofensiva de Al Qaeda en Irak durante 2007. Según cifras oficiales, las tropas norteamericanas han acabado con la vida de unos 2.400 presuntos miembros del grupo y capturado a casi 9.000, mientras expulsaba de forma casi total a la célula tanto de Bagdad como de Anbar. Y aunque los oficiales militares estadounidenses y sus aliados suníes consideran que Al Qaeda en Irak sigue siendo un grupo peligroso con capacidad para regenerarse, la opinión generalizada es que la organización es una fuerza agotada.

"DEMASIADOS ERRORES"

Uno de los líderes de Al Qaeda en Irak en la región de Garma (este de Anbar), Riad al Ogaidi, reconoció estos problema durante una entrevista concedida al medio estadounidense. "No voy a negar que estamos pasando un momento difícil", declaró. "Los americanos no nos han derrotado, pero la rebelión de los suníes nos ha costado mucho sufrimiento", admitió en relación al desagrado que ha causado en la población iraquí las prácticas de castigo impartidas por los miembros de Al Qaeda contra aquellos que violan la ley islámica.

Los seguidores de la célula rompían los dedos de los hombres que fumaban, y daban latigazos a los que bebían alcohol. También incendiaban las droguerías que mostraban imágenes de mujeres en sus anuncios de champú o perfume. En ese ambiente, un descorazonado Al Ogaidi solicitó ser transferido a otro distrito, "pero su petición fue denegada", según la fuente de inteligencia estadounidense.

La carta de Al Ogaidi, que calificaba la situación en Anbar como de "crisis excepcional", fue hallada en un piso franco de la organización en Samarra, a unos 100 kilómetros al norte de Bagdad, junto con media docena de discos duros, memorias flash y más de un centenar de CD y DVD que contenían información interna de la organización, de acuerdo con el Ejército norteamericano.

En la nota, Al Ogaidi se refirió a la dificultad cada vez mayor de asignar atentados a los posibles terroristas suicidas, provocadas por el incremento de las operaciones militares estadounidenses, y la formación de los Consejos del Amanecer --milicias tribales suníes respaldadas por EEUU-- para luchar contra la organización.

"Nos encontramos en un círculo dentro del cual no podemos movernos, organizarnos ni realizar nuestras operaciones: un colapso total de la estructura de seguridad de toda la organización", declaró el responsable local de la célula.

"NO INTERFERIR EN ASUNTOS SOCIALES"

El comunicado de Al Masri apareció en Anbar como parte de una estrategia de alistamiento e incentivos por parte de Al Qaeda en Irak. Por ejemplo, la nota llama a "golpear con fuerza a los enemigos, cortar sus comunicaciones y destruir sus puentes", pero --y ésto es relativamente novedoso-- solicita a sus hombres que no se entrometan en materia social.

"No interfiráis en asuntos como el del velo en la cara, la televisión por satélite u otros temas sociales, aunque vayan en contra de nuestra religión, hasta nuevo aviso", notificó Al Masri, que prohibió además "emprender acciones contra los civiles suníes que no simpatizan con nuestros líderes en las tribus".

La autoría del comunicado ha sido confirmada de forma independiente, y la nota ha sido reconocida como una orden interna del grupo destinada a recuperar los apoyos perdidos.

SUNÍES OPUESTOS

"Al Qaeda ha asesinado a cientos de civiles injustamente", declaró uno de los portavoces del Consejo de la Fatwa en Faluya, el suní Ahmed Al Isaui.

De la misma opinión es un miembro de uno de estos Consejos del Amanecer, Nadim Kaffi, que acusó a Al Qaeda en Irak de estar demasiado alejada de los intereses del pueblo. "Están prácticamente acabados, ya no dan miedo a nadie y son como un viejo con un pie en la tumba", declaró.